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Entrevista:EDUARDO CAMPOY | Presidente de la FAPAE | SIGUE LA POLÉMICA EN TORNO A LA GALA DE LOS GOYA

"Me he equivocado pidiendo la dimisión de la presidenta de la Academia de Cine"

Rocío García

Eduardo Campoy (León, 1955), presidente de la FAPAE (Federación de Asociaciaciones de Productores Audiovisuales de España), pidió el pasado lunes la dimisión de la presidenta de la Academia de Cine, Marisa Paredes, a la que acusó de ser la responsable última de la "politización" de la gala de los Goya el sábado pasado. El próximo día 20, la junta directiva de la FAPAE -integrada por 40 miembros, tres por cada una de las 13 asociaciones, más el presidente- debatirá la iniciativa personal de su presidente. En una entrevista, realizada ayer por la tarde, Campoy reconoció haber tomado una decisión equivocada.

Pregunta. ¿Se reafirma en su decisión de solicitar la dimisión de Marisa Paredes?

"El PP ha hecho cosas muy buenas en favor del cine, como las hizo en su día el PSOE"
"Tenemos que hablar de las cosas que nos unen y no de las que nos separan"
"De lo que no me arrepiento es de haber dicho que la gala fue errónea y nefasta"
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Respuesta. Ante todo, quisiera dejar muy claro que simplemente he ejercido mi derecho de expresar que no me gustó nada el tono de la gala de los Premios Goya, y que creo que la finalidad de estos premios, que es la promoción del cine español, 72 horas después de esa ceremonia ha desaparecido. Quiero dejar bien claro que no tengo nada que objetar a lo que dijeron los premiados. Éstos tienen toda la libertad y todo el derecho del mundo a decir lo que quieran y a dedicar su premio a su familia o a la causa política y social que ellos consideren necesaria. Sí he criticado el preámbulo de los presentadores con un ataque directo a la Administración, al Gobierno y a las instituciones políticas de este país. Eso ha desvirtuado la gala y ha provocado que al día siguiente sólo se hablara de la polémica de los Goya y no de los galardones. Pedí la dimisión de Marisa Paredes porque creo que era la máxima responsable de esa gala. Quizás me he equivocado en la decisión y lo que tenía simplemente que haber hecho era haber llamado la atención de la Academia para que no volviera a ocurrir el hecho de que se distorsione la gran gala de nuestro cine con una manifestación política. De lo que no me arrepiento es de haber dicho que la gala fue errónea y nefasta para nuestro cine. Nunca he negado que la libertad de expresión de la industria del cine y de sus miembros pueda ser puesta en entredicho, lo que sí han puesto en mi caso.

P. ¿Qué tiene que decir ante el apoyo masivo de los cineastas a Marisa Paredes?

R. Los que han defendido a Paredes como presidenta de una institución que aglutina al cine español son muy respetables, pero a los que han entrado en el insulto personal sobre mis palabras o sobre mi decisión, como Aitana Sánchez-Gijón o Fernando Bovaira, les quiero decir que si tanto están defendiendo la libertad de expresión que no olviden que esa libertad es para todos. Otra cosa es que pidan mi dimisión como equivocadamente, creo yo, la pide Manuel Gutiérrez Aragón, porque piensa que yo he salido en defensa del dinero del cine y no en defensa de mis ideas. No estoy a favor de las guerras.

P. ¿Mantiene la decisión de dimitir como presidente de la FAPAE en caso de que la junta directiva no le apoye?

R. Lo que planteo es que si la junta directiva de FAPAE no respalda mi opinión sobre la descalificación de la gala, evidentemente ellos mismos pedirán que dimita. De todas maneras, puedo confirmar que al día de hoy la práctica totalidad de las asociaciones de FAPAE me han mostrado su apoyo y respaldo.

P. ¿Pero en esa junta va a buscar el apoyo a la petición de dimisión de Paredes?

R. No. Ya lo he hecho a nivel personal, lo importante no es que Marisa dimitiera, sino que fuéramos conscientes de que no se puede utilizar la gala de los Goya de una manera errónea. No voy a pedir a FAPAE que públicamente comulgue con mis ideas. Otra cosa es que se produzca un rechazo sobre lo que yo pienso. Si todo el sector audiovisual estuviera en contra de lo que yo pienso, evidentemente tendría que pensar en marcharme.

P. ¿Ha hablado con la presidenta de la Academia?

R. Sí, la llamé justo antes de la reunión ayer [por el martes] de la junta de la Academia. Le dije que lo que la Academia había hecho ya estaba hecho y lo que yo había dicho ya estaba dicho, y que no habría que alimentar más guerras, ni motivos de separación entre los miembros de la Academia, entre los que me incluyo. Le dije que teníamos que buscar la manera de cerrar heridas y volver a unirnos en la lucha por sacar al cine español de la crisis en la que está.

P. ¿Pero cómo se puede pedir ahora el cierre de las heridas después de pedir la dimisión de la responsable de la institución en la que están todos los sectores del cine?

R. También he oído voces pidiendo mi dimisión como presidente de FAPAE y no veo a los productores rasgándose las vestiduras y diciendo que hay que ir a la guerra contra los actores. Tenemos que hablar de las cosas que nos unen y no de las que nos separan. Quiero recordar las palabras de José Luis Borau, ex presidente de la Academia, que ha recordado que el reglamento de la institución la sitúa al margen de cualquier actividad política. Suscribo totalmente sus palabras. Lo que yo critico es que el guión de la gala incumplió el reglamento de la Academia. A mí me parece muy bien que los actores vayan hoy [por ayer] al Parlamento a mostrar ante un hecho político y social sus opiniones, pero de ahí a desvirtuar la gala de los Goya... Exijo la libertad de expresión para poder decir que la gala me pareció un error.

P. ¿Cree que la posición de la FAPAE quedará debilitada y enfrentada al resto del sector?

R. Eso tendremos que dilucidarlo. Cuando yo critiqué en el Festival de San Sebastián al Gobierno por la rebaja del fondo de cinematografía y el incumplimiento por parte de las televisiones de la inversión del 5%, todo el mundo me felicitó. Cuando apoyé la fusión de las plataformas coseché muchas críticas en muchos sitios. Todos los que me critican ahora entonces estaban a favor. Yo tengo que defender los intereses del cine español ante el Gobierno, ya sea del PP o del PSOE. A mí me eligió el sector audiovisual hace tres años y me renovaron dos años más. Por suerte o por desgracia, en los próximos Premios Goya creo que ni Marisa Paredes será la presidenta de la Academia ni yo responsable de la FAPAE. Todas estas heridas podrán curarse tranquilamente. Pido disculpas a Marisa Paredes, como se las pedí personalmente por teléfono. Hemos sido amigos, hemos tenido una relación maravillosa, hemos trabajado juntos y yo la hice responsable como presidenta de la Academia, como en muchos casos se me ha hecho a mí responsable de cosas que han hecho los asociados a FAPAE.

P. ¿No cree que la FAPAE ha quedado demasiado identificada con las tesis del Gobierno?

R. Me remito a mi respuesta anterior. En este caso, a lo mejor he quedado identificado con las opiniones de la ministra, no del Gobierno, porque yo no he oído declaraciones de nadie del Gobierno. En unos momentos coincidimos y en otros no. De ahí a que se identifique a FAPAE, una organización en la que hay 13 asociaciones de productores, con el Gobierno son dos mundos.

P. ¿Qué opinión le merecen las declaraciones de la ministra Pilar del Castillo sobre que el cine español es el brazo armado de la oposición?

R. Si la ministra dice eso y a mí me acusan de que yo soy el brazo armado del PP... Llevo 21 años trabajando en esta profesión, he convivido con muchos ministros, 12 en total, ellos van pasando y nosotros seguimos siendo los mismos. No hay oposición ni animadversión. El Partido Popular ha hecho cosas muy buenas por el cine, como las hizo en su día el Partido Socialista, y ha cometido errores igual que lo hicieron los socialistas.

P. ¿Ha recibido alguna llamada del Gobierno?

R. No. Ni antes, ni después de mi declaración. La única llamada que he recibido fue la del director general de Cinematografía, José María Otero, mostrándome su apoyo. Creo que más por su amistad personal que por otros motivos.

P. ¿Cree que el Gobierno tomará represalias contra el cine?

R. Estoy convencido de que no, y si fuera así me llevaría una gran desilusión. Los políticos tienen que estar por encima de las opiniones personales de los integrantes de cualquier colectivo cultural o industrial.

P. ¿Cómo afectará esta situación de crispación al sector?

R. Situaciones así las ha habido siempre. La guerra de Irak es muchísimo más importante que todos nuestros problemas y que el hecho de hacer cine, pero también es más importante que la Liga de fútbol o que un partido Atlético de Madrid-Barcelona. No se paran los partidos ni se deja de disputar la Liga, ni van los futbolistas al campo a denunciar que el Gobierno no vaya contra la guerra.

P. ¿Retirará o no su petición para que dimita Marisa Paredes?

R. No sé. Creo que ya no tiene sentido que yo diga que la retiro o no la retiro. He pedido perdón a Marisa y le he dicho personalmente que me he equivocado, que no soy la persona adecuada para retirar a un presidente de la Academia, que soy simplemente un miembro de base.

Eduardo Campoy, ayer en Madrid.
Eduardo Campoy, ayer en Madrid.BERNARDO PÉREZ
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