El propósito de la Xunta de permitir la pesca desde el lunes divide a las cofradías gallegas
Los pescadores de Pontevedra decidieron anoche reanudar el marisqueo paulatinamente
El propósito de la Xunta de levantar la veda de la pesca y el marisqueo en las Rías Bajas a partir del próximo lunes puede frustrarse por la falta de acuerdo entre las cofradías de la zona. Algunas quieren que la Administración extreme el rigor en los análisis de las aguas para eliminar cualquier riesgo sobre la salubridad de los productos que lleguen al mercado. La Xunta sostiene que los informes de sus técnicos son concluyentes respecto a la limpieza de las rías, pero aún no ha tomado la decisión final. El Ejecutivo gallego se había comprometido a no levantar la veda sin la aprobación de los pescadores.
Al menos 12 cofradías han expresado sus reticencias a la apertura inmediata de la veda. Son las agrupaciones de las rías de Muros y las de la margen norte de Arousa, en la provincia de A Coruña. Las cofradías de Pontevedra, en cambio, acordaron anoche reanudar el marisqueo de formada esccalonada a partir del próximo lunes, si bien no volverán a pescar antes del próximo día 17. Esta opción podría decantar la decisión que tome la Xunta hoy, o mañana.
La Consejería de Pesca viene informando desde hace días de que todos los análisis realizados por sus técnicos en el interior de las Rías Bajas -a las que no entró el grueso de la marea negra, aunque sí pequeñas galletas- revelan que la presencia de hidrocarburos en el mar es insignificante. En la misma idea abundó ayer el ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete, quien expresó el deseo del Gobierno de iniciar la apertura "ordenada y progresiva" de los caladeros y bancos de marisco cerrados desde principios de diciembre. En Galicia, la prohibición de pesca y marisqueo afecta todavía a casi 1.000 kilómetros de costa y a unos 16.000 marineros, que perciben un subsidio estatal mientras perdure su inactividad. La Xunta ha prometido a las cofradías de las Rías Bajas que seguirán cobrando la mitad de la ayuda mensual aunque se levante la prohibición.
Las cofradías reticentes a una apertura inmediata demandan más garantías de que las aguas están a salvo de la contaminación. "Al margen de los análisis de las aguas, queremos saber más detalles de la situación de los fondos marinos", explicó el patrón mayor de Pobra do Caramiñal, Manuel Maneiro, un argumento en el que incidió también el responsable de la cofradía de Ribeira, Antonio Argibay. "Entendemos las razones de la Xunta y de los que quieren levantar la veda ya, pero nosotros creemos que es necesario actuar con mucha cautela", agregó Maneiro. "El barco sigue echando contaminación, y el fuel anda por el mar de arriba para abajo, a merced del viento. Si después de abrir hubiese que cerrar de nuevo, el efecto sería desastroso", explica.
Las cofradías partidarias de acogerse al calendario de la Xunta aducen que es necesario volver al mercado cuanto antes para evitar que el producto importado que está llegando en las últimas semanas acabe adquiriendo una posición dominante. "Ha venido mucho marisco de fuera, y el consumidor enseguida se acostumbra", señaló a Europa Press Ventura Vidal, patrón mayor de Carril. Donde ha quedado más patente la división de opiniones entre los marineros es en la ría de Arousa: los de la zona norte prefieren esperar al menos dos semanas más, y en la margen sur, donde están los bancos marisqueros más ricos, es mayoritaria la opinión favorable a sumarse al plan de la Xunta. El diputado del BNG Guillerme Vázquez opinó que es "precipitado" levantar la veda.
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