Duhalde celebra el acuerdo entre Argentina y el FMI

El presidente argentino, Eduardo Duhalde, celebró en el Foro Económico Mundial el acuerdo firmado entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado viernes, día 24, después de negociar durante nueve meses pero advirtió que la deuda exterior de 120.000 millones de dólares, cuyos pagos siguen suspendidos, será reembolsada con "los descuentos correspondientes". Duhalde dijo, al referirse a las elecciones presidenciales convocadas para el 27 de abril: "Menem y yo somos parte del pasado. Repito, él y yo. No se puede construir el futuro desde el pasado".

El presidente informó, en el curso de una cena, que tras el acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el FMI tocará el próximo martes el turno al Banco Mundial. El pacto transitorio con el FMI prevé "plata fresca", según dijo Duhalde, por valor de 2.900 millones de dólares y una reestructuración de plazos de entre tres y cinco años para los pagos que Argentina dejó de cumplir el pasado mes de noviembre de 2002.

El ministro de Economía francés, Francis Mer, declaró, por su parte, que su país había jugado un papel importante para persuadir a las autoridades del FMI de que era conveniente firmar el pacto. Según explicó, las empresas francesas con importantes inversiones en Argentina podrán ahora reconsiderar sus decisiones de retirarse. Mer precisó: "He visto al presidente Duhalde y puedo asegurar que él sabe ahora perfectamente lo que tiene que hacer". Duhalde agradeció a España e Italia, y también a Francia, el apoyo recibido en el tramo final de las negociaciones. Ayer, Duhalde aprovechó la presencia en Davos de Anne Krueger, subdirectora general del FMI, para reunirse con ella. Era la primera vez que se veían las caras.

El presidente argentino, que al parecer apoya la candidatura de Néstor Kirchner en las elecciones internas del Partido Justicialista, admitió que su agrupación política tenía su parte de responsabilidad en la crisis al mantener el plan de convertibilidad cuando había evidencias de que se avecinaba una crisis. "El modelo de política económica funcionó durante los primeros cinco años. Pero hacia 1996 ya había elementos suficientes como para cambiar de modelo", señaló.

Duhalde subrayó que los dirigentes políticos de Argentina debían asumir la mayor parte de la responsabilidad de la crisis, pero dijo que el FMI puso como ejemplo a Argentina y, después, aconsejó medidas que, de aplicarse, hubieran agravado la depresión económica en lugar de mitigarla. Fue categórico al hablar de las elecciones del próximo 27 de abril de 2003. "El doctor Menem y yo somos parte del pasado. Repito: él y yo", subrayó. "El 27 de abril se elegirá un nuevo presidente y el 25 de mayo yo pasaré la presidencia a mi sucesor. Tardaremos años y varios gobiernos en la senda correcta para conseguir la recuperación. Pero Argentina volverá a ser un país atractivo como deudor. Porque tendrá la potencialidad para pagar la deuda. Eso sí, con los descuentos correspondientes", explicó. "Lo peor de estos cuatro años de depresión ha pasado", añadió.

Los analistas de los bancos de inversión no las tienen todas consigo. La renegociación de la deuda con la banca privada será larga y dura. Y, sobre todo, repleta de exigencias. Duhalde no citó a Winston Churchill, pero señaló que la única receta para salir adelante será trabajar muy duro.