Berlusconi frena a Bush y dice que su país aún no ha decidido
Las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, en las que incluyó a Italia entre los países que seguirán a Estados Unidos en una guerra contra Irak, provocó un pequeño terremoto en Roma. La tradicional ambigüedad de la diplomacia italiana se vio asaltada desde fuera por una intervención cruda y desprovista de matices.
Inmediatamente, el primer ministro, Silvio Berlusconi, que siempre ha alardeado de tener una sintonía especial con el presidente George W. Bush, intervino para precisar que cualquier acción armada en Irak "la decidirá la ONU" y el Gobierno que preside la consultará en todo caso "al Parlamento". Berlusconi se declaró convencido de que Europa conseguirá tener una sola voz en este contencioso, pero, añadió, "el presidente Bush tiene pruebas de la existencia de armas químicas en Irak que no puedo revelar".
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