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Reportaje:

Alerta desde la UVI móvil

Los servicios de urgencias de Madrid son una pieza clave en el complejo dispositivo que interviene en una donación de órganos para el trasplante Los servicios de urgencias de Madrid son una pieza clave en el complejo dispositivo que interviene en una donación de órganos para el trasplante

El dispositivo de emergencias del Programa de donantes a corazón parado salta cuando el Summa (Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid) o el Samur (Servicio de Asistencia Municipal de Urgencias y Rescate) reciben una llamada en los teléfonos 061 y 112, respectivamente. Un equipo médico sale en respuesta de la petición de ayuda solicitada por un ciudadano, el alertante, que avisa de la supuesta muerte de una persona. Es importante poder emprender las maniobras de resucitación cardiopulmonar en los primeros 15 minutos de producirse la parada cardiaca.

"El tiempo medio estimado que tarda en llegar la UVI móvil en el área urbana está en torno a los siete minutos. Esto es posible, y más aún en una ciudad tan grande como Madrid, gracias a la estrecha colaboración del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Municipal, así como de la Guardia Civil si es territorio de su competencia. Sin su ayuda, nuestros desvelos serían inútiles", afirma Pedro Martínez Tenorio, subdirector médico del Summa, quien considera que "cualquier eslabón de la cadena es fundamental para llegar a buen fin".

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Un programa de identificación de donantes y obtención de órganos de estas características sólo es posible, según el cirujano José Ramón Núñez Peña, gracias a los servicios de urgencia y emergencia extrahospitalarios de la Comunidad de Madrid y a la estrecha colaboración entre todas las partes implicadas.

Ante todo, el primer objetivo del equipo médico es tratar de salvar la vida del afectado. Pero, si se comprueba durante más de 30 minutos que la parada cardiorrespiratoria es irreversible, el centro coordinador del Summa o del Samur avisa al hospital Clínico de un posible código 0 (Summa) o código 9 (Samur) y los coordinadores de trasplantes de este centro ponen inmediatamente en marcha una serie de mecanismos para empezar a facilitar toda la operación.

Según Martínez Tenorio, el centro coordinador de urgencias del 061 de toda España, ubicado en Madrid, que es el de mayor capacidad operativa de Europa, recibe, gestiona, regula y moviliza los recursos asistenciales para atender un millón de llamadas al año (unas 2.700 al día), aunque sus posibilidades reales permiten recibir anualmente tres millones de llamadas telefónicas (unas 8.000 al día).

En el camino de la UVI móvil al Clínico se siguen manteniendo las maniobras de RCP y otras medidas terapéuticas si proceden, viajando a una velocidad constante de 40-50 kilómetros por hora con la colaboración de la policía.

Una vez que se certifica la muerte cardiaca en el hospital, se localiza a la familia con la ayuda de la policía y el personal médico le comunica la noticia y le pide su consentimiento para la extracción, al tiempo que se solicita una autorización judicial y se realizan todos los análisis médicos pertinentes.

Uno de los momentos más difíciles y tensos, en palabras de Núñez Peña, es cuando, localizada la familia, ésta se persona en el hospital ("nunca se transmite ninguna noticia grave telefónicamente") y el equipo coordinador de trasplante tiene que informar de la trágica situación de un ser querido y solicitar la donación de los órganos para ser trasplantados. "Es una circunstancia dura, que causa mucho dolor y que exige de una respuesta muy pronta. Sin embargo, más del 65% de los familiares responden positivamente a nuestra petición. Sin esta muestra de generosidad, todos nuestros esfuerzos serían baldíos", advierte el cirujano del Clínico.

Una vez obtenida la autorización, se procede a la extracción de órganos y tejidos, como riñones, hígado, pulmones, huesos, tendones, nervios, córnea, páncreas, vasos sanguíneos y válvulas cardiacas, y se comunica a la Organización Nacional de Trasplantes la disponibilidad de los órganos válidos, que serán repartidos según una estricta relación de prioridades en la lista de espera.

Núñez Peña advierte de que, según el protocolo establecido por el Clínico, quedan excluidos desde un principio los menores de 7 años y mayores de 55, los fallecidos por agresiones físicas y otras personas ante las que exista sospecha de un estilo de vida no saludable o de prácticas de riesgo, como los indigentes y los individuos con venopunciones, piercings o tatuajes.

"La extracción de los órganos debe hacerse en las cuatro primeras horas de producirse la parada cardiorrespiratoria espontánea. Existe además lo que llamamos el tiempo de isquemia fría, comprendido desde la extracción hasta su implantación en el receptor. Este periodo, que varía en algunas horas según el tejido, tenemos que intentar reducirlo al máximo. Entretanto, los órganos se mantienen con unas rigurosas medidas de preservación, hasta que llegan a recogerlos los respectivos equipos de trasplantes de los hospitales acreditados", señala el intensivista Francisco del Río.

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