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LOS PUNTOS OSCUROS DEL 'PRESTIGE'

Mijaíl Fridman, una biografía turbia

El hombre que fletó el petrolero está considerado el cuarto productor ruso de crudo

A la cabeza de Alfa Group, el consorcio ruso que fletó el Prestige, se encuentra Mijaíl Fridman, un hombre aparentemente simpático de 38 años. "Hay que vivir allí donde está la plata", le gusta decir.

Cuentan que comenzó su fortuna revendiendo entradas en la puerta de los teatros. Según afirma Serguéi Stepovói en la publicación Stringer, posee todas las "cualidades" del oligarca ruso: "Codicioso, cobarde, rencoroso, desconfiado, no cree en nadie, tiene tendencia a las depresiones y al suicidio, pero nunca muestra en público su mal estado de ánimo".

Fridman nació en una unida familia judía de Lvov, la capital de Ucrania occidental. Sus padres, que hoy viven en Colonia, eran ingenieros que trabajaban en empresas secretas para la industria del complejo militar. Fue un niño tardío, querido y mimado. En aquel tiempo intentó suicidarse por un amor contrariado.

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Cuentan que, a raíz de su circuncisión a los seis años, padeció una inflamación que provocó su ingreso en el hospital. Aparentemente, ésta es la razón de que no sienta simpatías por los judíos ortodoxos. Cuando en 1996 fue elegido vicepresidente del Congreso Judío Ruso, apoyó al ala no ortodoxa (mientras que otro magnate, Gusinski, apoyaba la ortodoxa).

El futuro empresario estudió en el Instituto del Acero y las Aleaciones de Moscú. En un principio quería ingresar en el Instituto de Física y Teconología (IFT), pero las dos veces que lo intentó no obtuvo la puntuación necesaria. Más tarde, en una entrevista, diría que fue rechazado por judío.

En Moscú, Fridman vivía en la residencia estudiantil de su instituto, donde practicó el boxeo para lograr adelgazar -aún hoy sus amigos le llaman Bollito- y conoció a su futura esposa. Después de la crisis financiera de 1998, la instaló, junto con sus dos hijas, Yekaterina y Larisa, en Francia.

Ya en los años universitarios comenzó a labrarse una fama escandalosa, que más tarde airearían sus enemigos: se han publicado historias sobre supuesta venta de drogas junto a su primo, sobre hipotéticos lazos con el KGB y sobre relaciones con grupos criminales. Él no da importancia a esas historias.

Después de terminar sus estudios superiores, Fridman consiguió trabajo en la fábrica Electrostal y en el Instituto de Química Física, donde Oleg Kiseliov -diplomado del mismo instituto que Fridman y que hoy encabeza el consejo de directores y es director general del Canal 6- era subdirector.

Fridman aprovechó la liberalización que llegó con la perestroika y se lanzó al mundo de los negocios. Creó, junto con Kiseliov, Alfa-Foto, empresa de venta de ordenadores. Alfa-Foto será en 1989 una de las fundadoras de Alfa-Eco, que durante un tiempo fue la principal firma del grupo y que se dedica a comerciar con azúcar, cigarrillos, té y tapices hechos a mano. Tres años más tarde Alfa-Eco logró ser incluida en el programa estatal de exportación de petróleo y sus derivados. Fue entonces cuando Fridman, según las malas lenguas, echó del negocio a Kiseliov.

A principios de los noventa, Fridman se convirtió en presidente del consejo de directores de Alfabank, y Piotr Aven, ministro de Comercio Exterior bajo el Gobierno del ultraliberal Yegor Gaidar, pasó a ser socio suyo. Fridman y Aven se conocían de su época estudiantil.

El negocio más importante de Fridman es, además del banco, el petróleo. TNK o Compañía Petrolera de Tiumén está compuesta por nueve empresas extractoras y de sondeo, cinco refinerías, 10 empresas de venta de crudo y sus derivados, seis de servicios y 15 auxiliares.

Como cuarto productor ruso, TNK exportó el año pasado más de 16.600 millones de toneladas de crudo. Además de TNK, desde hace dos años Alfa controla Onako, que extrae anualmente unos 8 millones de toneladas de petróleo.

Mijaíl Fridman.
Mijaíl Fridman.

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