AI acusa al Ejército israelí de crímenes de guerra en Yenín
Amnistía Internacional (AI) acusó ayer al Ejército de Israel de crímenes de guerra por su actuación en el campo de refugiados de Yenín el pasado abril durante la Operación Escudo Defensivo. La operación, ordenada por el Gobierno de Ariel Sharon, estuvo dirigida por Saúl Mofaz -recién nombrado ministro de Defensa-, en represalia por varios atentados palestinos. Tras dos meses de investigación sobre el terreno y la obtención de testimonios directos, la organización defensora de los derechos humanos pide al Gobierno israelí que procese a los responsables.
En el campo de Yenín, en las cercanías de Nablús, vivían 13.000 refugiados palestinos. Los mandos militares israelíes calificaron el campo como 'la capital palestina del terror' y aseguraron que era uno de los principales lugares desde los que se planificaban los atentados suicidas contra civiles israelíes. El 3 de abril, los militares sellaron el campo y entraron a tomarlo, pero encontraron una férrea resistencia. Yenín permaneció aislado durante las siguientes dos semanas. AI basa sus acusaciones de crímenes de guerra contra el Ejército de Israel en cinco puntos: 1) Homicidios ilegítimos. 2) Bloqueo a la asistencia médica. 3) Demoliciones de viviendas y otras construcciones. 4) Trato inhumano y 5) Uso de escudos humanos.
'Hubo homicidios ilegítimos que pudieron haberse evitado y no están justificados por el fragor de la batalla', declaró a este periódico desde Jerusalén Javier Zúñiga, director de estrategia de AI. 'No se permitía el paso a ambulancias ni equipos médicos tanto para entrar en Yenín como para evacuar a los heridos', añadió. 'Entre el 29 de marzo de 2001 y el 23 de abril se destruyeron 2.629 casas en toda Palestina, lo que afectó a unas 13.000 personas', dijo.
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