La UE acusa a la tabacalera Reynolds de blanquear el dinero de redes criminales

Bruselas está cumpliendo su amenaza de perseguir hasta el final a las multinacionales del tabaco. A la denuncia por contrabando presentada en noviembre de 2000 en EE UU contra R. J. Reynolds, Philip Morris y Japan Tobacco se unió ayer otra mucho más grave ante el mismo juzgado neoyorquino: la Comisión, en representación de ella misma y 10 Estados de la UE, denuncia ahora que Reynolds blanquea miles de millones de euros anuales a través de grupos terroristas, traficantes de armas y de drogas y diversas redes criminales. El puerto de Valencia es utilizado por intermediarios para ese fin.

De acuerdo con esta nueva denuncia, contenida en un centenar de páginas y presentada ayer en un juzgado de Nueva York, millones de cajetillas de tabaco producidas por Reynolds (fabricante de Winston, Salem y Camel) son embarcadas en buques en los puertos de Valencia y Amberes (Bélgica) hacia Chipre y Turquía. De ahí son distribuidos por redes de traficantes de drogas y armas por toda la zona. También por esa vía, el PKK, el partido kurdo incluido en la lista europea de organizaciones terroristas, distribuye parte del tabaco por Irak con la estrecha colaboración de Udai Husein, hijo del dictador iraquí.

El dinero que entregan esas redes a cambio del tabaco de contrabando, siempre según la denuncia, es trasladado por los intermediarios a un banco de Lugano (Suiza), donde se reciclan miles de millones de euros al año. 'Por tanto', aseguran fuentes oficiales de la Comisión Europa, 'Reynolds lava el dinero o induce a hacerlo'. Esta multinacional, afirma Bruselas, incluso fabrica tabaco especial, el conocido en España como pata negra, para las redes del contrabando.

La denuncia ha sido presentada, junto con el Ejecutivo comunitario, por Italia, Alemania, Francia, España, Portugal, Grecia, Bélgica, Holanda, Finlandia y Luxemburgo. Se trata de los mismos países que también apoyaron la denuncia por contrabando presentada hace dos años ante el mismo juzgado neoyorquino. Los denunciantes reclamaban a EE UU poner fin al contrabando y exigían a las tres multinacionales una compensación económica porque, según datos manejados por Bruselas, los Quince dejan de ingresar al año unos 4.200 millones de euros en impuestos sobre el tabaco, de los que 1.100 corresponderían a las arcas de la Unión por el IVA. Italia, Alemania, España, Reino Unido y Portugal son los países más afectados por este fraude masivo, considerado 'el más voluminoso de toda la UE'.

Pacto rechazado

La Comisión rechazó entonces la invitación de Philip Morris de negociar un pacto, pero, en julio del año pasado, el juez estadounidense Nicholas Garaufis rechazó la demanda europea por entender que en todo caso son los Estados los que pueden ser los perjudicados, pero no la UE como tal. La comisaria de Presupuestos, la alemana Michaele Schreyer, se mostró sorprendida por el razonamiento y optó por presentar un recurso y otra denuncia similar. Ahora, la nueva denuncia, como demanda civil, se suma a la misma causa.

'La Comisión está decidida a ganar su combate contra el blanqueo de dinero, el contrabando de cigarrillos y todas las actividades criminales relacionadas', afirmó ayer en un comunicado Schreyer.

Fuentes del Ejecutivo comunitario señalaron que en el futuro es probable que se presenten demandas similares por blanqueo contra otras multinacionales. 'Proteger los intereses financieros de la UE y luchar contra el blanqueo y el fraude siguen siendo algunas de las prioridades de la Comisión', agregó la comisaria.

Además de los denunciantes directos, a la iniciativa de la UE se adhirieron durante los pasados meses la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, además, la Fiscalía Anticorrupción aseguró en su Memoria de 2001 que el contrabando de tabaco origina cada año un fraude para Hacienda de 60 millones de euros. 'Existe un entramado organizativo internacional, perfectamente estructurado y jerarquizado, sobre el tráfico ilegal de tabaco, pareciendo estar en la cúspide de la estructura jerárquica dos empresas tabaqueras: Philip Morris y Reynolds', según Anticorrupción.

Años de investigación

El Ejecutivo comunitario informó ayer de que la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) lleva años investigando las actividades ilícitas en las que participan las multinacionales del tabaco. Hasta ahora, sin embargo, nunca habían sido denunciadas por sus relaciones con grupos criminales o incluso terroristas, aunque en este segundo aspecto sólo se menciona al PKK.

Junto a esta batalla judicial de Europa contra las multinacionales, la UE ha puesto en marcha dos directivas para combatir el consumo de tabaco. Una de ellas, ya aprobada, limita el contenido de alquitrán y nicotina, prohíbe el uso de los términos light o bajo en nicotina y obliga a advertir en grandes caracteres en las cajetillas del peligro del tabaco para la salud. La segunda, aún en trámite, tiene por objeto eliminar la publicidad del tabaco.