Aznar reta a Zapatero a debatir el Presupuesto para demostrar que tiene una alternativa

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, requirió ayer al presidente del Gobierno para que cambie sus previsiones económicas para el próximo año y evitar un 'revolcón' como el que ha sufrido con el decretazo, y José María Aznar le replicó que se atreva a debatir en el Congreso sobre los Presupuestos del Estado para 2003 y presente su alternativa, ya que si no lo hace 'es que esa alternativa no existe'. El jefe del Ejecutivo recordó a Zapatero que siempre han sido los líderes de la oposición quienes han representado a su grupo en el debate presupuestario.

Los requerimientos del líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, al presidente del Gobierno, José María Aznar, para que cambie las previsiones económicas para el año próximo se tornaron en una descalificación anticipada del jefe del Ejecutivo al líder socialista por si no defiende desde la tribuna del Congreso, la próxima semana, su alternativa al proyecto de Presupuestos Generales del Estado. 'Lo hemos hecho todos, también en su grupo; plantee en el debate su alternativa, y si no lo hace es que no tiene alternativa; que es exactamente lo que le pasa'. Rodríguez Zapatero le había reprochado previamente 'la inseguridad e incertidumbre' que la política económica está provocando en familias y empresas. 'Rectifique si no quiere más revolcones, como le ha ocurrido con el decretazo', le emplazó Zapatero.

El líder de la oposición tomó como referencia los aspectos más críticos hacia la economía expuestos por el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, sobre todo por la subida de la inflación. Pero también la espectacular crecida de los precios de la vivienda fue argüida por Zapatero para exigir a Aznar, en la sesión de control al Gobierno, que modifique las previsiones presupuestarias de 2003, porque 'son increíbles'. El Gobierno debe cambiar el rumbo económico si quiere evitar 'más revolcones' como el sufrido con el decretazo, advirtió Zapatero. De lo contrario, añadió, el resultado será 'más incertidumbre e inseguridad' para familias y empresas.

Pero el presidente del Gobierno decidió no discutir con Zapatero sobre los proyectos socialistas para luchar contra la inflación y sobre un plan de vivienda, presentado ayer mismo, y le instó a que defienda su alternativa la próxima semana en el debate sobre los Presupuestos. Zapatero aclaro el pasado lunes que si Aznar sube a la tribuna él también lo haría. Pero la tradición ampara al presidente del Gobierno para sostener que por parte del Ejecutivo defienda los Presupuestos el ministro de Hacienda y que sea el líder de la oposición quien intervenga en nombre de la segunda fuerza parlamentaria. Aznar defendió la alternativa del PP en la oposición frente a los ministros socialistas.

'Espantadas'

'Usted tiene una oportunidad la próxima semana. Suba a la tribuna. Lo hemos hecho todos, pregúntelo en su grupo. Pero no sea usted como los malos toreros, que dan espantadas abroncando al público. Suba a la tribuna y diga cuál es su alternativa. Y si no lo hace, es que esa alternativa no existe; que es exactamente lo que le pasa'.

La marcha de la economía y la rectificación del Gobierno sobre el decretazo ocuparon la mayor parte del pleno de ayer. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, pidió al jefe del Ejecutivo que continúe con las rectificaciones y no dé la espalda a jornaleros andaluces y extremeños y, por tanto, deje también sin efecto las fuertes restricciones del acceso al subsidio agrario. No admitió el presidente que existan tales restricciones. Después hizo un canto a las excelencias del diálogo social y lanzó un zarpazo político a la oposición. Al igual que hizo, poco después, el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana.

Aznar ensalzó el valor del diálogo social y expresó su deseo de que continúen los pactos con los sindicatos. 'Cuando se traslada la responsabilidad de ejercer la oposición a los agentes sociales y el Gobierno llega a acuerdos con ellos, la oposición se queda sin discurso, que es lo que a usted le pasa', le dijo a Zapatero.

Después vino el turno del PSOE contra el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana. ¿Cómo se van a restituir los derechos de los trabajadores que han sufrido los efectos del decretazo? Esta fue la pregunta del portavoz socialista, Jesús Caldera. Para el ministro, no hay nada que restituir 'porque nada se ha quitado'. El ministro no entró mucho en este tema y contraatacó con críticas a Rodríguez Zapatero por haber apoyado la huelga general. Después arremetió contra Felipe González. 'Los gobiernos de Felipe González llevaron a los jóvenes a la desesperación y al paro', dijo Zaplana en respuesta a la diputada socialista Mercedes Gallizo. El ministro de Trabajo, como en plenos anteriores, utilizó con profusión los ataques a González. 'Lo único que le falta es pedir la dimisión de Felipe', ironizó el parlamentario socialista Salvador de la Encina, lo que suscitó risas en los socialistas dada la cantidad de referencias populares al periodo de gobierno socialista.

El ministro de Trabajo remató la tesis del presidente del Gobierno respecto a que un nuevo clima de diálogo se ha abierto. 'El clima de acercamiento, no lo olviden, es correspondido por las organizaciones sindicales, y ustedes se enfadan mucho'. Zaplana reprochó a los socialistas que 'quieran estar y permanecer en la trinchera aunque eso vaya contra el interés general'.

La diputada socialista Mercedes Gallizo utilizó una táctica diferente con el ministro: no le reprochó la reforma del decretazo sino que le felicitó por ella. Gallizo le preguntó si tiene intención de 'abaratar el despido', y Zaplana replicó que 'quien abarató los despidos fueron los gobiernos de González'.