El gasto de Sanidad en medicinas crece un 9,2% durante el primer semestre del año

El gasto farmacéutico del Departamento de Sanidad alcanzó durante el primer semestre de este año los 198 millones de euros, lo que supone un 9,2% más que en el mismo periodo de 2001. Este incremento rompe con la moderada subida del 5,5% registrada el año pasado y que supuso el crecimiento más pequeño de la década. El director de Farmacia del departamento, Gonzalo Trincado, achacó el aumento a la epidemia de gripe de enero y febrero, que obligó a los médicos de Osakidetza a prescribir más medicinas para controlar la enfermedad.

Durante los seis primeros meses se han facturado 15,5 millones de recetas, lo que representa un crecimiento del 7%. Trincado aseguró que la subida se encuentra dentro de los márgenes 'asumibles', pero reconoce su preocupación ante la constatación de que la lucha para frenar el aumento del gasto farmacéutico cada vez resulta más difícil. El envejecimiento de la población y la irrupción de nuevas prestaciones, más caras, hacen subir la factura.

Al menos, lo que sí consiguió el departamento es que el gasto medio por receta no creciese 'mucho'. Durante el primer semestre fue de 12,72 euros, un 2,1% más que el año anterior. 'Seguimos con la receta más cara de España, pero el crecimiento porcentual es menor que el de otras comunidades, con lo que en unos años se igualará', señaló.

Se trata de un indicador en el que la Administración puede influir a través de diversos medios: un boletín que periódicamente reciben los médicos del sistema público con información sobre los medicamentos y la reciente puesta en marcha de un comité técnico que evalúa las ventajas de los medicamentos que salen al mercado por primera vez. Son los instrumentos con los que cuenta el departamento para 'combatir' el despliegue que realizan los potentes laboratorios para promocionar sus productos.

Este comité empezó a funcionar en el último trimestre del año pasado. Está formado por médicos de atención primaria, farmacéuticos de primaria y de atención hospitalaria y especialistas del propio departamento. En total, son diez personas elegidas por la Administración por su cualificación y formación científica. Su trabajo consiste en evaluar los medicamentos que aparecen en el mercado por primera vez y comprobar si aportan algo nuevo y de eficacia terapéutica respecto a los que ya existen.

Trincado aseguró que 'las recomendaciones de este comité son asépticas e imparciales. Su dictamen se basa en evidencias científicas y no está influido por nadie. Para los médicos supone una guía de actuación'. Las opiniones de este grupo de expertos son recogidas en unas fichas que son repartidas entre los médicos de atención primaria.

Bajan las aportaciones

Otra de las circunstancias que complica la situación es que la aportación de los usuarios, es decir, lo que pagan los ciudadanos, es cada vez más baja. Mientras que los pensionistas no pagan nada por las medicinas, los ciudadanos en activo deben sufragar hasta el 40% de las recetas. En el primer semestre de este año, la aportación del usuario ha supuesto el 6,7% del gasto total en recetas, lo que significa un 2,87% menos que el mismo periodo de 2001. La conclusión es que cada vez hay más pensionistas, consumen más fármacos y como su receta es gratuita el gasto público en medicinas crece.

En Euskadi, la población pensionista llega hasta el 29% y consume el 71,9% de las recetas facturadas, lo que representa un costo del 77,8% del gasto total. Trincado resaltó que además de consumir más recetas que los activos, 'la receta de los pensionistas es más cara porque son tratamientos de larga duración con productos más novedosos'.

Junto a la epidemia de gripe, Trincado también apunta a la ausencia de medidas por parte del Ministerio de Sanidad para contener el gasto como otra de las causas de que el crecimiento se haya disparado. Tan sólo la entrada en vigor el pasado 1 de mayo de los precios de referencia para un determinado grupo de fármacos puede contener el incremento de la factura hasta finales de año. 'Aún no se han visto los efectos de esa orden. La previsión para este año es que la subida esté en torno al 11%', apuntó.

Los precios de referencia consisten en que el farmacéutico puede cambiar el medicamento prescrito por el médico por otro genérico de similares efectos. En el caso de que el usuario no acepte ese cambio, deberá pagar de su bolsillo la diferencia entre el genérico y el que le recetaron en principio.

Precisamente, los medicamentos genéricos es una de las grandes apuestas del departamento y del conjunto del sistema sanitario. Se trata de principios activos cuya marca comercial ha perdido la patente y, por lo tanto se pueden vender más baratos. Del total de envases vendidos en el primer semestre, los genéricos alcanzaron una cuota de mercado del 5,25%. Las medicinas más vendidas fueron los analgésicos, antiinflamatorios y tranquilizantes.