Mohamed VI anuncia la creación de radios y televisiones privadas
Marruecos, primer país magrebí que liberaliza el sector audiovisual
El Magreb va a dejar de informarse sólo a través de Medi 1, la radio con una fuerte participación de la empresa pública francesa Sofirad, que la mayoría de los marroquíes y argelinos sintonizan porque su tono es algo más suelto que el de las soporíficas emisoras estatales. El rey Mohamed VI anunció a finales de agosto su intención de convertir Marruecos en el primer país magrebí con radios y televisiones privadas.
El sector audiovisual debe dejar su 'obsoleto enfoque de seguridad' para tener 'una visión más cercana al profesionalismo'. Así explicó el titular de Comunicación, Mohamed Achaari, la reforma que se va a poner en marcha.
Aunque existe un Ministerio de Comunicación, la radio y la televisión marroquíes están de hecho supervisadas por el Ministerio del Interior. El anterior titular de este departamento, Driss Basri, acumuló durante más de 10 años esa cartera con la de Información. Es el rey quien nombra a los directores de los medios públicos y Momahed VI no dudó en cambiarlos poco después de su entronización.
Desde hace ya dos años el Ejecutivo de Abderramán Yussufi había anunciado su intención de abrir al capital privado el sector audiovisual, pero la secretaría general del Gobierno, que depende del rey, frenó el proyecto.
Varias asociaciones como el Sindicato Nacional de Prensa o la Unión de Escritores solicitaban desde hace años que se pusiese fin al monopolio estatal de las ondas que también impera en los demás países árabes del norte de África.
El pasado jueves, el soberano presidió un Consejo de Ministros en el que anunció las modalidades de liberalización del sector, inspiradas en el modelo seguido por Francia. Mediante un real decreto publicado ayer se creó un Consejo Superior de la Comunicación Audiovisual encargado de conceder las licencias de explotación, velar por el cumplimiento de su misión y garantizar la pluralidad de la información.
El Consejo estará compuesto por nueve miembros, de los que el monarca nombrará a la mayoría, mientras que el primer ministro elegirá a otros dos y los presidentes de las cámaras alta y baja, a los dos últimos.
Noventa solicitudes
Más de noventa empresas han manifestado su deseo de solicitar una licencia radiofónica y media docena aspiran a una de televisión. Los semanarios marroquíes han especulado con que el poderoso banquero Othman Benjelloun obtendría una concesión.
Actualmente emiten en Marruecos una radio pública, con programación en árabe, francés y dialectos bereberes, y dos cadenas de televisión estatales (RTM y 2M). La mayoría de los marroquíes escuchan, sin embargo, Medi 1, cuya sede está en Tánger y su centro emisor en Nador.
Creada de común acuerdo en 1980 por el rey Hassan II y el entonces presidente francés Valery Giscard d'Estaing, Radio Méditerranée Internationale, conocida popularmente como Medi 1, carece de base jurídica. La emisora bilingüe pertenece en un 49% a la Sofirad, una empresa estatal francesa que invierte en el sector audiovisual, y en un 51% a inversores privados y públicos marroquíes.
Con una línea más ágil y dinámica que los soporíficos programas estatales, Medi 1 proporciona, a lo largo de sus 35 boletines y diarios hablados, abundante información sobre el Magreb, Oriente Próximo y Francia. Su antena está plagada de publicidad de productos franceses.
Como es la más viva de las emisoras del Magreb, su audiencia, estimada en unos 23 millones de oyentes, trasciende las fronteras marroquíes y abarca a Argelia, Túnez y Mauritania.
Algunos empresarios hispano-árabes estudiaron hace años la posibilidad de crear, entre Algeciras y Almería, una réplica a Medi 1 en la que la información sobre Francia se recortaría para dar cuenta de la actualidad española. Ningún Gobierno mostró nunca el menor interés por un proyecto que hubiese permitido incrementar la influencia española en el Magreb.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.