Los latinoamericanos buscan en la democracia la salida a la crisis
El Latinobarómetro 2002 muestra un creciente descontento ante las privatizaciones
Los golpes militares, la instauración de dictaduras y las revoluciones de izquierdas en América Latina tienen mucho más de pasado que de futuro, según los datos del Latinobarómetro de este año. Los latinoamericanos muestran un enorme descontento con sus dirigentes y con las políticas privatizadoras puestas en marcha por sus gobiernos, pero consideran la democracia como la única vía para salir de la crisis que azota a la región.
Las encuestas, realizadas anualmente en 17 países desde 1996, auguran una mayor convulsión social para los próximos años en Suramérica y Centroamérica, donde 8 de cada 10 ciudadanos piensa que la corrupción institucional ha aumentado, más de la mitad considera la situación económica de su país mala o muy mala y sólo el 32% está satisfecho con sus gobiernos. Ante el descontento, los latinoamericanos dicen preferir los canales democráticos para propiciar el cambio y se muestran dispuestos a derrocar por esta vía a aquellos gobernantes que no cumplan sus expectativas.
El profundo descontento ante el funcionamiento de las democracias latinoamericanos se refleja sobre todo en aquellos países más vapuleados por la crisis económicas. Así, Paraguay y Argentina encabezan la lista de nacionales insatisfechos y críticos con sus Gobiernos. Es también en estos países donde se ha producido una mayor pérdida de fe en las políticas privatizadoras. En Argentina sólo un 14% piensa que las privatizaciones han sido beneficiosas para el país (frente al 39% que apoyaba ese tipo de política económica en 1996). El 70% de los encuestados preferiría que el Gobierno se hiciera cargo de los sectores privatizados ante la imposibilidad de pagar los bienes y servicios que antes eran públicos. También ha aumentado la percepción de que la riqueza se distribuye de manera muy injusta en sus países.
Los datos de estas encuestas desmienten, pues, la teoría de que las crisis económicas y sociales abonan el terreno para la llegada de dictaduras. Tan sólo Paraguay refleja un preocupante apoyo a los gobiernos autoritarios con un 38%. 'Los latinoamericanos aprendieron que el militarismo no soluciona su problemas y que los militares no son capaces de hacerlo mejor que los civiles', asegura Marta Lagos, la economista que dirige la Corporación Latinobarómetro.
En los países en los que se ha producido una alternancia en el poder, la defensa de la vía democrática es aún mayor, ya que los ciudadanos tienen mayores expectativas hacia el nuevo Gobierno. En México, dos años después de la subida de Fox al poder tras 71 años de priísmo, el 63% de los mexicanos prefieren la democracia a cualquier otro tipo de sistema político. Es el caso también de Hugo Chávez en Venezuela (75%), o Ricardo Maduro en Honduras (57%), donde el relevo político ha propiciado un reforzamiento de la democracia. En países inmersos en una guerra, como Colombia, la democracia, sin embargo, pierde valor (39% en 2002 frente al 60% de 1996).
Los partidos políticos y el Congreso son las instituciones más desprestigiadas, con un 14% y un 23% de confianza respectivamente, muy por debajo de la Iglesia, la televisión o la policía, a pesar de que el 52% de los encuestados los considera fundamentales para el funcionamiento democrático. Es decir, los latinoamericanos condenan el funcionamiento de sus democracias, pero no cuestionan los cimientos del sistema democrático.
Los datos auguran, en definitiva, tiempos de crecientes demandas por parte de los ciudadanos a los Gobiernos. Descartados los militares y las revoluciones marxistas, la sociedad civil latinoamericana, cada vez más organizada, está dispuesta a exigir en las calles la alternativa política que propicie el desarrollo y ponga fin a la crisis económica.
La encuesta ha sido realizada a 18.526 personas en 17 países entre abril y mayo de 2002 por Corporación Latinobarómetro y financiada parcialmente por Naciones Unidas. El margen de error oscila entre un 2,8% y un 5%.
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