La bacteria amante del agua caliente

La legionela es una bacteria que se encuentra en la naturaleza en cualquier tipo de agua dulce (lagos, ríos, estanques), y, si es caliente, mejor. Se reproduce entre los 25 y 40 grados (su temperatura óptima es 37 grados, la del cuerpo humano) y aguanta hasta los 70 grados. Desde su hábitat, la bacteria coloniza las redes de agua de las ciudades. Ahí es inofensiva, pero la red le sirve para llegar a donde sí puede infectar y causar legionelosis, como las torres de refrigeración del aire acondicionado.

- Contagio. La enfermedad no se transmite de persona a persona, ni al beber agua (aunque esté contaminada). La persona se infecta cuando inhala aerosoles (pequeñas gotas) contaminados con la bacteria, que se alojan en los pulmones. Las torres de refrigeración de aire acondicionado expulsan a la atmósfera agua en forma de partículas, por eso son focos de legionelosis. Lo mismo ocurre con el riego por aspersión, piscinas climatizadas, balnearios y el agua caliente vaporizada de las duchas, sobre todo si las cañerías están sucias. Otro foco son los hospitales (el agua caliente, los humidificadores y los respiradores médicos), ya que la bacteria se hace resistente a los antibióticos. Es muy difícil de erradicar.

- Síntomas. Los enfermos presentan fiebre, dolor abdominal, náuseas, vómitos... La legionela se instala y se reproduce en los pulmones. Entonces origina la enfermedad del legionario, una neumonía que puede llegar a ser mortal. El nombre se debe a que se descubrió en 1976 en una convención de la legión americana en Filadelfia. Fallecieron 29 de los 182 infectados. Existe otra forma más leve de la enfermedad, llamada fiebre de Pontiac, que es parecida a una gripe y que se cura fácilmente.

- Población de riesgo. La mayoría de la gente sana expuesta a la bacteria padece la fiebre de Pontiac o la cursa sin síntomas. La enfermedad la padecen generalmente personas mayores e inmunodeprimidos, para los que puede ser mortal. Es más frecuente en hombres y muy rara en niños y jóvenes. El tabaco aumenta el riesgo de padecer la enfermedad. El periodo de incubación varía entre 2 y 10 días. Se combate con antibióticos como la eritromicina.

- Legislación. Un real decreto de julio de 2001 determina las condiciones que deben cumplir las torres de refrigeración, los hospitales, el aire acondicionado, los balnearios, etcétera. Sanidad aprobó la norma con siete meses de retraso respecto a lo anunciado. Sanidad advierte de que el riesgo en las viviendas particulares es mínimo, pese a lo cual recomienda usar difusores de gota gorda en los grifos y desinfectarlos con lejía una vez al año.