Un fallecido y seis afectados por legionela en Madrid

Una persona ha fallecido en Madrid y seis más se encuentran afectadas por legionelosis, la enfermedad producida por la bacteria de la legionela, en las últimas dos semanas. Según el director general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, Francisco de Asis Babín, aún es pronto para señalar si se trata de un brote de la enfermedad.

De los casos diagnosticados, todos son varones residentes en Madrid, en los distritos de San Blas, Ciudad Lineal y Hortaleza. Además, cinco enfermos están ingresados en el hospital Ramón y Cajal y uno en La Princesa.

Los servicios sanitarios madrileños analizan ahora si se trata de un brote de legionela o si forma parte del número normal de casos de esta patología, para lo que es necesario hallar una conexión de espacio y tiempo entre los afectados. De momento se trabaja para identificar el posible foco de la bacteria, ha explicado Babín en conferencia de prensa.

La persona fallecida tenía 76 años, padecía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica y murió el pasado 2 de octubre.

Los casos detectados en Madrid se han producido en personas que no compartían ninguna zona de esparcimiento o de utilización común, y que estaban separados físicamente en el territorio, con lo que no se podían relacionar entre sí.

Una bacteria de agua dulce

La legionela es una bacteria que se encuentra en cualquier tipo de agua dulce —lagos, ríos, estanques—. Desde este hábitat, la bacteria coloniza las redes de agua de las ciudades. Ahí es inofensiva, pero la red le sirve para llegar adonde sí puede infectar y causar legionelosis, como las torres de refrigeración del aire acondicionado.

La enfermedad no se transmite de persona a persona, ni al beber agua (aunque esté contaminada). La persona se infecta cuando inhala aerosoles (pequeñas gotas) contaminados con la bacteria, que se alojan en los pulmones. Allí pueden reproducirse y causar la enfermedad.

Los síntomas son fiebre, dolor abdominal, náuseas y vómitos. La enfermedad la padecen generalmente personas mayores e inmunodeprimidos, para los que puede ser mortal. Es más frecuente en hombres y muy rara en niños y jóvenes. El tabaco aumenta el riesgo de padecer la enfermedad. Se combate con antibióticos como la eritromicina.