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EL CONFLICTO HISPANO-MARROQUÍ

Marruecos persigue la soberanía del Sáhara con la mediación de EE UU

Rabat insiste en que la única solución es 'una amplia autonomía para las provincias del sur'

Juan Carlos Sanz

Una vez cerrada la crisis de la isla Perejil, Marruecos concentra ahora todos sus esfuerzos diplomáticos en el conflicto del Sáhara. Ante el próximo fin del actual mandato de la Misión de Naciones Unidas para la Organización del Referéndum del Sáhara (Minurso), que expira este mismo mes, Rabat cuenta con el apoyo de una nueva propuesta estadounidense favorable a la soberanía marroquí presentada el martes al Consejo de Seguridad.

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De acuerdo con esta iniciativa de EE UU, Marruecos vuelve a excluir la vía del referéndum de autodeterminación e insiste en una 'solución política negociada' mediante la concesión de una 'amplia autonomía a las provincias del sur'. Así lo ha confirmado en el Parlamento marroquí el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, mientras su país reclamaba ante Naciones Unidas una nueva ronda de mediación entre las partes del enviado de la ONU para el Sáhara, el ex secretario de Estado norteamericano James Baker.

El Gobierno marroquí confía en que el Consejo de Seguridad va a pronunciarse por esta salida entre las cuatro propuestas del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, que también deja abierta la puerta a la convocatoria del referéndum, a la partición del territorio y a la retirada de la Minurso. Esta última opción parece descartarse, sobre todo cuando Annan acaba de nombrar un nuevo jefe militar de los cascos azules desplegados en el Sáhara, en tanto que la celebración de la consulta sigue bloqueada por las disputas sobre el censo electoral.

Si así lo decide el Consejo de Seguridad, Baker tendrá que emprender una nueva ronda de consultas que pasará por Rabat y Tinduf (en el suroeste de Argelia, donde se encuentra la dirección del Polisario junto con cerca de 200.000 exiliados saharauis), pero también por la capital de Mauritania, Nuakchot, y por Argel y Madrid. La última iniciativa de Baker, bautizada ya por algunos comentaristas como 'cuarta vía', intentaría sacar al plan de arreglo para el Sáhara del actual callejón sin salida 'teniendo en cuenta el concepto de autodeterminación', según informaciones periodísticas en Rabat.

La división del territorio del Sáhara en dos sectores -norte, marroquí; y sur, bajo control del Frente Polisario- es la opción preferida por Argelia. En su comparecencia ante la Cámara alta del Parlamento, Benaissa recordó el martes la evolución de los acontecimientos en los últimos cinco años tras la designación de James Baker como enviado personal de secretario general de la ONU para este conflicto. 'A pesar de todos los esfuerzos de Marruecos (...) los enemigos de nuestro país no han aportado ninguna solución y han mantenido sus posiciones, lo que ha hecho difícil la aplicación del plan', aseguró el ministro de Exteriores marroquí, quien acusó expresamente a Argelia de 'haber ido muy lejos en su tentativa de hacer fracasar el acuerdo marco , y proponer la peligrosa opción de la partición'.

Para Benaissa, Argel busca la 'balcanización' de Marruecos y oculta sus 'verdaderos objetivos' sobre el territorio de la antigua colonia española. Con sus fronteras terrestres comunes cerradas desde hace ocho años, tras el atentado terrorista contra un hotel de Marraquech en el que murieron dos turistas españoles, ambos países magrebíes han reavivado durante la crisis de isla Perejil antiguos enfrentamientos.

En Rabat, mientras tanto, la reunión habitual de los miércoles del Consejo de Gobierno terminó con un comunicado, difundido a través de la agencia estatal de noticias MAP, en el que el Gabinete mostraba su 'orgullo y satisfacción' por la salida de las tropas española del 'islote Toura' (Perejil) y por el acuerdo que abre la vía al restablecimiento de relaciones fructíferas con España.

El tono patriótico del comunicado del Ejecutivo contrasta, sin embargo, con la aparente indiferencia de la sociedad marroquí durante la escalada militar. En Rabat, por ejemplo, sólo se produjeron dos manifestaciones de protesta ante la Embajada de España, que apenas llegaron a sumar unas 500 personas.

Sólo unas pocas voces se han atrevido a hablar en Marruecos de 'humillación' tras la intervención de las tropas españolas, como el semanario satírico Demain, abiertamente crítico con el régimen, o la revista La Verité, vinculada por los analistas políticos de Rabat a los servicios de información militares y que en su última edición, bajo la fotografía de un soldado marroquí desalojado del islote y escoltado por un agente de la Guardia Civil en Ceuta, afirmaba: 'Ante todo, mucha calma'.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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