EE UU añade Bristol-Myers a la larga lista de empresas investigadas por fraude contable
La quinta farmacéutica mundial 'aceleró' ventas por 1.000 millones de dólares en 2001
La Comisión del Mercado de Valores (SEC) de Estados Unidos ha abierto una investigación sobre Bristol-Myers Squibb, la quinta compañía farmacéutica del mundo, para determinar si actuó ilegalmente al advertir a sus clientes mayoristas de que los precios de ciertos fármacos iban a subir, lo que hacía que esos mayoristas corrieran a comprar dichos productos, antes de que se encarecieran, cosa que podría no haber sucedido.
La Comisión del Mercado de Valores (SEC) de Estados Unidos ha abierto una investigación sobre Bristol-Myers Squibb, la quinta compañía farmacéutica del mundo, para determinar si actuó ilegalmente al advertir a sus clientes mayoristas de que los precios de ciertos fármacos iban a subir, lo que hacía que esos mayoristas corrieran a comprar dichos productos, antes de que se encarecieran, cosa que podría no haber sucedido. De esta forma lograba mayores ingresos y lograba cuadrar su balance. En el aire están más de 1.000 millones de dólares. La intervención del organismo de supervisión de los mercados financieros de EE UU hizo ceder a la compañía más del 13% de su valor bursátil, con una pérdida de capitalización del 60% en lo que va de año.
La nueva empresa investigada se añade a la larga lista que ha salido a la luz en los últimos meses en EE UU. La quiebra de Enron y la casi quiebra de World-Com, empresa que aún lucha por librarse de la bancarrota, han golpeado fuerte a las bolsas, como lo han hecho los escándalos de Xerox, Tyco, QWest, Merck, Global Crossing y ayer, para completar la lista, Bristol-Myers.
Los aparentes excesivos resultados de la compañía farmacéutica del pasado año se debieron a una estratagema aplicada regularmente en el sector para crear demanda. Bristol insinuó a sus clientes mayoristas que tenía en cartera incrementos en el precio de diversos fármacos, lo que generó una corriente compradora de estos intermediarios. La intención de estos intermediarios era acumular existencias con ánimo de pasar los futuros incrementos de precios a las farmacias y consumidores.
La SEC está investigando los extremos de esta estrategia, que los analistas no consideran directamente ilegal, y si Bristol-Myers empleó otros incentivos para acelerar ventas. La compañía dijo estar colaborando plenamente con la SEC. El beneficio a corto plazo del año pasado va a pasar cuenta en 2002. La farmacéutica anunció el pasado mes de abril que el exceso de compras del 2001 iba a suponer una caída no inferior al 40% en la facturación de este año.
Nuevo golpe a los mercados
La nueva intervención de la SEC cayó mal en unos mercados que cada día reciben un golpe. A media jornada, Bristol había perdido el 13% en su capitalización bursátil, arrastrando al sector farmacéutico que el lunes se vio también sacudido por las técnicas contables aplicadas por Merck en Medco, una de sus filiales. La contracción en el sector y las dudas sobre los resultados han obligado a Merck a posponer por tercera vez la salida a Bolsa del 20% de Medco.
La noticia sobre Bristol-Myers llegó en un pésimo momento para los mercados, estremecidos por el espectro de nuevos escándalos, y para la propia Bristol, aún afectada por la decisión del año pasado de adquirir por 2.000 millones de dólares el 19,9% de ImClone, un laboratorio que contaba con obtener autorización para un medicamento contra el cáncer de colon que había suscitado grandes expectativas.
El fármaco no fue aprobado, lo que convirtió en fallida la inversión. El consejero delegado de ImClone, además, es objeto de investigación por presunto uso de información privilegiada por alertar a familiares y amigos con un día de antelación sobre el rechazo del medicamento, lo que les permitió vender acciones antes de que se desplomara la cotización.
Bristol-Myers está sufriendo también los efectos de la pérdida de la exclusividad de la patente de diversos fármacos. Como resultado, ventas por valor de 888 millones de dólares en el primer trimestre de 2001 han supuesto sólo 87 millones en el periodo enero-marzo de 2002.
Intensas críticas
El creciente dinamismo de la SEC contra los abusos contables perpetrados en Wall Street no protege a su presidente, Harvey Pitt, de las cada vez más intensas críticas y peticiones de relevo. Pitt fue nombrado en agosto del año pasado para dirigir un ente contra el que había combatido con éxito en nombre de las cinco grandes auditoras, clientes suyos durante largos años.
El presidente George Bush mantiene su confianza en Pitt, quien, como el presidente, dice estar dispuesto a devolver a los inversores la confianza perdida en los mercados de valores. Un informe hecho público ayer evalúa en 2,4 billones de dólares la pérdida de capitalización bursátil padecida por Wall Street desde que comenzó el año, con la sacudida de la suspensión de pagos de Enron a la que ha seguido un rosario de incidentes de variado tipo cuya última cuenta es Bristol-Myers.
Por otra parte, la Comisión Europea hizo ayer un llamamiento a los Gobiernos de la UE para que mejoren la participación de los empleados en los planes financieros de sus empresas, teniendo acceso al accionariado, a las stock options (opciones sobre acciones) y a los beneficios, informa Sandro Pozzi. Bruselas cree que la participación financiera no debe limitarse a los miembros del consejo de administración, y que la medida será positiva para la empresa .
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