WorldCom prestó 'indebidamente' 400 millones a su presidente para un rancho
El Consejo de Administración de WorldCom traicionó su función y la confianza de los accionistas al conceder en el año 2000 un crédito personal de más de 400 millones al fundador y entonces presidente de la compañía, Bernard Ebbers, según Richard Breeden, el vigilante judicial de la actual gestión de la telefónica.
'¿Cómo se puede explicar que el consejo considera parte de sus responsabilidades fiduciarias el prestar indebidamente al consejero delegado 400 millones de dólares para que se comprara todos los árboles del norte de Canadá?', se preguntó Breeden en una mesa redonda en la que se discutió sobre la gobernación de las empresas en Estados Unidos. Ya el domingo, un subcomité del Senado emitió un informe en el que acusaba a los consejeros de Enron de haber hecho caso omiso de las evidentes señales de peligro detectadas en la gestión de la compañía tejana.
WorldCom ha justificado el generoso detalle con su fundador con el argumento de que se trataba de que Ebbers no tuviera que vender acciones de la firma para conseguir liquidez para sus otras operaciones comerciales, ya que esa venta haría caer la cotización de la sociedad, además de generar dudas sobre su situación. 'Esperamos que él entienda que nuestro consejo actuó de buena fe y tuvo siempre presentes los intereses de los accionistas', dijo Brad Burns, portavoz de WorldCom.
Arrepentimiento
John Sidgmore, sucesor de Ebbers y vicepresidente del consejo que aprobó el crédito, declaró el lunes ante un comité de la Cámara de Representantes que si tuviese que votar de nuevo no lo haría como hace dos años.
WorldCom está examinando sus cuentas de los años 1999 y 2000, para agregar al cuadro de los 3.850 millones contabilizados fraudulentamente desde enero de 2001 al pasado mes de marzo, mientras desarrolla estrategias de supervivencia. Ayer anunció que no pagará este mes 71 millones de dólares en dividendos a los accionistas de la división de larga distancia MCI. Esta medida de ahorro se añade al despido de 17.000 trabajadores y los planes para deshacerse de negocios que pierden dinero o no forman parte del núcleo de la actividad.
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