EE UU mantiene la presión para derrocar a Sadam Husein

El presidente de EE UU, George W. Bush, afirmó en la noche del lunes que su Gobierno utilizará todos los medios a su disposición para derrocar al presidente iraquí, Sadam Husein. 'Es una política declarada y oficial de EE UU propiciar un cambio de régimen' en Irak, dijo Bush en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. 'Esa política no ha cambiado y apelaremos a todos los instrumentos de que dispongamos para lograrlo', agregó.

EE UU ha acusado a Irak de desarrollar armas de destrucción masiva y de formar con Irán y Corea del Norte lo que el presidente Bush llama el eje del mal. Desde hace varios meses se especula con la posibilidad de que el derrocamiento de Sadam podría lograrse mediante una invasión de Irak. 'Reconozco que hay conjeturas, pero la gente no debería especular con el deseo del Gobierno de lograr un cambio de régimen. Existen diferentes formas de conseguirlo', señaló Bush.

El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo ayer que el fracaso de las conversaciones entre Irak y las Naciones Unidas (ONU) para que regresen los inspectores de armas a ese país demuestra que Washington está en lo cierto al sospechar que Irak desarrolla armas de destrucción masiva. Un periódico estadounidense divulgó el pasado viernes que Bush ha recibido información en dos ocasiones sobre un plan elaborado por el Pentágono para atacar a Irak desde varios frentes, operación para la que harían falta unos 250.000 hombres.

Rechazo de Moscú

Por su parte, el Kremlin rechazó ayer el uso de la fuerza contra Irak y dio su respaldo al 'líder legal' de ese país, Sadam Husein. La respuesta de Moscú a las amenazas que vertió anoche Bush contra el régimen iraquí no se hicieron esperar y mostraron el eslabón más débil de las nuevas relaciones de socios entre Moscú y Washington forjadas tras el 11 de septiembre. Las renovadas amenazas de Washington contra Bagdad llegan cuando el régimen iraquí ha propuesto a Moscú participar en nuevos y pingües negocios petroleros que pueden recuperar el peso de Rusia en Oriente Próximo, perdido en la última década.

'Creemos que el uso sin razón de la fuerza contra Irak traerá consecuencias desastrosas sobre toda la región de Oriente Próximo', dijo el portavoz de la diplomacia rusa, Alexand Yakovenko. Por primera vez desde que se lanzaron los rumores sobre la elección de Irak como nuevo blanco de la operación antiterrorista en Afganistán, Rusia manifestó su abierto respaldo a la bestia negra de EE UU, Sadam Husein. 'Consideramos que debe haber un diálogo con los líderes legales de Irak, que representan oficialmente a ese país', dijo Yakovenko.