Las relaciones entre la UE y EE UU están en sus horas más bajas desde la llegada de Bush

Las relaciones entre ambos lados del Atlántico viven sus horas más bajas desde que el presidente George W. Bush accedió a la Casa Blanca, según coinciden en asegurar en Bruselas diversos dirigentes políticos y portavoces oficiales. Las posiciones de Bush con respecto a Oriente Próximo y a la Corte Penal Internacional (CPI) han sido los dos últimos capítulos que han contribuido gravemente a ese deterioro. Pese a todo, la UE ha advertido a Washington que el respaldo de los Quince al TPI es 'innegociable' porque en buena parte su reciente creación es 'una conquista europea'.

El Alto Representante para la Política Exterior de la Unión, Javier Solana, ha puesto de relieve que el TPI tendrá una 'jurisdicción universal', y que afectará también a países que, como Estados Unidos, no lo aceptan. 'No puede haber ya marcha atrás', aseguran fuentes oficiales próximas a Solana, 'porque la decisión europea es ya inquebrantable'. 'El TPI constituye el avance más importante en la legislación internacional desde el establecimiento de la ONU y no estamos dispuestos a permitir que nadie lo menoscabe', ha advertido el comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten.

Incluso el primer ministro británico, Tony Blair, el más fiel aliado europeo de Washington, mostró su respaldo al TPI en la última votación del Consejo de Seguridad de comienzos de mes, cuando EE UU vetó por ese contencioso la renovación del mandato de la misión policial de la ONU en Bosnia (MINUBH). Los representantes europeos de Francia, Reino Unido e Irlanda mantuvieron su apoyo al tribunal pese al veto estadounidense, calificado ahora en Bruselas como 'sorpresa desagradable, virulenta e implacable' frente a unos aliados.

'La UE lamenta profundamente que el veto esgrimido por EE UU a la resolución de la ONU haya puesto a los miembros del Consejo de Seguridad en situación difícil con respecto al cumplimiento de su compromiso con el Estatuto del Tribunal Penal Internacional', advirtieron los Quince en un comunicado conjunto tras la votación.

'El TPI es un logro histórico y espero que Estados Unidos se percate de aquí al 15 de julio de que la misión de la ONU debe continuar', ha dicho el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer. Para su canciller, Gerhard Schröder, aún hay tiempo de encontrar 'un compromiso' antes de esa fecha, cuando el Consejo de Seguridad volverá a votar la renovación del citado mandato.

La UE ha hecho saber al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que los europeos están dispuestos a asumir las misiones que puedan abandonar los estadounidenses, pero a la vez confían en ese 'compromiso', especialmente tras las críticas internacionales que ha recibido Bush. La UE, además, cree 'lógico' que EE UU exija garantías por el gran número de tropas que tiene en el exterior.

El reciente mensaje de Bush sobre la supuesta necesidad de relevar a Yasir Arafat como líder palestino ha sido el otro punto de inflexión, porque los líderes europeos siguen considerándolo 'el interlocutor válido'. El hecho de que Bush lanzara ese mensaje acompañado por el secretario de Estado, Colin Powell, pero también del jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, fue percibido en Bruselas como un nuevo triunfo de los halcones estadounidenses.

'Desde el 11 de septiembre, los halcones estadounidenses siguen pensando que están en estado de guerra: O con nosotros o contra nosotros', critican fuentes oficiales próximas a Patten. 'Pero ya es hora de que los líderes europeos, y no sólo unos pocos, digan en público, y sobre todo en Washington, lo que opinan en los pasillos', agregan.

El deterioro de las últimas semanas se suma a los graves problemas planteados hace meses, como la guerra del acero, la importación de carne hormonada de Estados Unidos, las ayudas agrícolas estadounidenses o la ley que permite exportaciones americanas a través de paraísos fiscales. A medio plazo, el previsible ataque militar que prepara Washington contra Irak puede contribuir de manera mucho más grave a ese deterioro.

A corto plazo, se prevé alguna iniciativa en sentido contrario. Para la próxima semana, quizás el miércoles, se prepara una nueva reunión del Cuarteto a nivel ministerial en Washington para analizar la crisis de Oriente Próximo. A la cita acudirían Solana, Powell, Annan y el ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov.