Los bancos españoles achacan a los Gobiernos argentinos la ruina del sistema financiero
Las inversiones extranjeras en América Latina caerán al menos un 30% este año
Los bancos argentinos atraviesan una etapa crítica y terminal, víctimas en gran medida de una cadena interminable de errores de política económica que han llevado al país y al sistema financiero al colapso, según indicaron ayer representantes del SCH y el BBVA en un foro sobre Latinoamérica que reunió en Santander a directivos de empresas españolas con presencia en Argentina, como Repsol y Telefónica.
'El Ejecutivo ha destruido el sistema financiero con las medidas que aplicó en su contra', afirmó tajante el director de estrategia y análisis del SCH en América, José Juan Ruiz. Más contundente si cabe, el director del servicio de estudios del BBVA, Miguel Sebastián, señaló que 'los Gobiernos argentinos] prefieren meter mano a la banca que generar inflación'. La inversión extranjera en América Latina caerá al menos un 30% este año, según los cálculos del Consejo Económico para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Después de tres años de crisis, las empresas españolas con intereses en Argentina reclaman un Gobierno fuerte que ponga orden en el país con la ayuda de los organismos multilaterales y recupere la confianza de los ciudadanos, que han visto cómo sus ahorros quedaban atrapados por el llamado corralito financiero y minimizados por la devaluación del peso. Las compañías insisten, pese a todo, en que su intención es, por ahora, permanecer en el país, en el que han invertido en total casi 44.000 millones de euros en los últimos diez años, aunque coinciden en que la crisis es profunda y va para largo.
Las críticas más fuertes provinieron del sector financiero, presente en Argentina a través de participaciones en el Banco Río de la Plata (SCH), el Banco Galicia (también SCH) y el BBVA Banco Francés. 'No es un problema de mala gestión bancaria', afirmó Miguel Sebastián, en las jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Como uno de los tantos errores de los políticos argentinos, Sebastián destacó que, por ejemplo, se devaluara la moneda antes de pesificar la economía. 'La ayuda del Fondo Monetario Internacional es crucial', añadió.
Apuesta segura
'La devaluación era una apuesta segura para ir contra el sistema bancario', afirmó José Juan Ruiz, del SCH. 'Sin anclar el tipo de cambio es imposible estabilizar la economía real y eso es difícil de lograr hoy en Argentina', sentenció. Fue más allá: la solidez de la economía argentina 'la destrozaron las medidas adoptadas por el Gobierno para salir de la convertibilidad' entre el peso y el dólar, 'no los bancos ni las instituciones'. La bipolarización de los partidos políticos es una de las causas de la crisis: 'Hay una tendencia a refundar la República cada vez que un partido llega al poder y cambiar las reglas del juego', añadió el representante del banco que preside Emilio Botín. Menos escépticos que los bancos, los representantes de Telefónica y Repsol YPF aseguran que sus compañías siguen con sus planes pese a la crisis, aunque admitieron que ha pasado una dura factura en sus cuentas. 'Hay que tomar medidas ortodoxas a largo plazo', afirmó durante las mismas jornadas Antonio Gomis, director corporativo de relaciones externas de la petrolera. Mientras, la operadora de telefonía, que tiene un 21% de sus clientes en América Latina, estudia nuevos servicios para hacer frente a la caída del poder adquisitivo que han sufrido sus abonados en Argentina. El país tiene un considerable nivel de morosidad en el pago de la factura del teléfono, que ya alcanza el 10%, según José María del Rey, director general de planifación estratégica de Telefónica Internacional.
La amenaza de contagio de la crisis argentina a los países vecinos fue uno de los puntos que centraron las jornadas el día anterior. El presidente del BBVA, Francisco González, señaló que se ha producido este temido efecto contagio, pero que de momento es limitado. González indicó que la presencia del banco en América Latina es a 'muy largo plazo', al menos de momento. Pero la CEPAL estima que la inversión extranjera en la región, que alcanzó los 88.000 millones de dólares en 2001, caerá otro 30% durante este año.
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