Los grupos antiglobalización piden que se reabra la querella contra García-Valdecasas

Los abogados de los grupos antiglobalización reclamaron ayer al titular del Juzgado de Instrucción número 22 de Barcelona que reabra la querella presentada el año pasado contra la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas, por la carga policial ocurrida el 24 de junio de 2001 durante la manifestación convocada contra la reunión del Banco Mundial en la capital catalana. La querella fue archivada el pasado mes de enero y los abogados no recurrieron contra ella, por lo que el archivo adquirió firmeza.

Un portavoz de la Delegación del Gobierno aseguró ayer que 'el caso está resuelto judicialmente mientras un juez no diga lo contrario' y censuró que los abogados 'aprovechen fechas simbólicas' para actuar, en alusión a la convocatoria de huelga general para el próximo jueves. Las mismas fuentes explicaron que aquélla fue siempre 'una querella política' que pese a admitirse a trámite no comportó que García-Valdecasas fuese citada a declarar en el juzgado.

Los abogados piden la reapertura a partir de lo que consideran nuevas y concluyentes pruebas. Entre ellas, la declaración jurada ante notario de cinco ciudadanos y el diputado en el Parlament del grupo PSC-Ciutadans pel Canvi Àlex Masllorens relatando lo que consideran desproporcionada actuación policial. Del mismo modo, se aporta una grabación de un programa de COM Ràdio en la que un policía afirma que si es necesario, un agente infiltrado arroja piedras contra escaparates para pasar inadvertido en una manifestación. La tesis de algunos grupos antiglobalización es que algunos policías participaron aquel día en los destrozos a los escaparates del paseo de Gràcia y luego detuvieron a los que habían actuado junto a ellos.

Estos grupos también aportan como pruebas una resolución judicial de archivo de una causa contra una manifestante detenida entonces, en la que se identifica a 10 agentes de paisano, y otra sentencia condenatoria contra un policía, también identificado, por agredir al periodista de EL PAÍS Pere Rusiñol.