Los obispos de EE UU acuerdan una 'purga' de todos los curas pederastas
Los casos menos graves serán apartados de las parroquias, pero no expulsados de la Iglesia
La palabra remordimiento no aparece en el documento final de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, pero está escrito implícitamente en todo el texto aprobado anoche. Tras escuchar los dramáticos testimonios de varias víctimas, la asamblea extraordinaria de obispos acordó por 239 votos a 13 la suspensión inmediata de los sacerdotes acusados de pederastia, conocida como política de tolerancia cero. El sínodo de obispos dió un paso sin precendentes comprometiéndose a cambiar el rumbo de la Iglesia católica estadounidense, a renovar sus estructuras, crear mecanismos para proteger a los menores y purgar a los abusadores, y a enterrar la cultura de secretismo.
El estatuto aprobado ayer tiene una vigencia de dos años. Es el comienzo de una era en que, por primera vez, la Iglesia católica va a estar tutelada por la sociedad.
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