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Cuatro argelinos acusan a Le Pen de las torturas sufridas en 1957

Nuevos testimonios contra el caudillo del Frente Nacional a pocos días de las elecciones

La condición de torturador del líder ultraderechista Jean-Marie Le Pen, ejercida como teniente francés en la guerra de la independencia argelina, recibió ayer la aportación de cuatro nuevos testigos. Tres hombres relataron las torturas sufridas a manos de Le Pen. Un cuarto explica los malos tratos que vio dispensar a otros, en testimonios recogidos en Argelia por el diario Le Monde. Advertido por el diario sobre la difusión inminente de tales testimonios, Le Pen los desmintió antes de que aparecieran, y los calificó de 'difamación de principio a fin' y de 'verdadero llamamiento al asesinato'.

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No es la primera vez que se acusa de torturador a Le Pen. Las nuevas imputaciones aparecen en la recta final de la campaña a las elecciones legislativas en Francia. Uno de los testigos, Abdelkader Ammour, de 64 años, profesor jubilado, tenía 19 cuando ocurrieron los hechos. Recuerda Ammour: 'Conectaron los hilos eléctricos directamente al enchufe y los pasearon por todo mi cuerpo'.

Mustapha Merouane tenía entonces 18 años: 'Me desnudaron y me colocaron sobre un somier metálico. Le Pen accionaba el interruptor. Enseguida pidió agua, que me lanzó al cuerpo, antes de comenzar de nuevo con la electricidad'. Merouane fue víctima de una ejecución simulada, de la que culpa a Le Pen, y cuenta las torturas infligidas a su padre, que desapareció sin dejar rastro, y supone que su cuerpo fue reducido a cenizas.

Otro torturado, Mohamed Abdellaoui, aporta un testimonio más extenso, en primera persona, que se reproduce en esta misma página. El cuarto testigo, Mohamed Amara, no cuenta malos tratos a su persona, sino a un hermano y varios vecinos.

Para el presidente del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, sólo se trata de falsos testimonios: 'Quizá esas gentes [los testigos] han sido inducidos. Se les ha dicho: ¿sabéis que el tipo que visteis era el teniente Le Pen? ¿Ellos, cómo iban a saberlo?', se pregunta el dirigente ultraderechista, que se defiende: 'Esto es una difamación de principio a fin'.

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La teoría de Le Pen es que el reportaje se ha realizado 'con la complicidad de los servicios secretos argelinos, sin los cuales no se hace nada allá abajo' [alusión a Argelia] y, añadió, que 'constituye un verdadero llamamiento al asesinato'. En 1957, Le Pen era el diputado más joven de Francia, elegido el año anterior en las listas del partido Unión de Defensa de Comerciantes y Artesanos, del populista de ultraderecha Pierre Poujade. Votó a favor del envío del contingente militar a Argelia, propuesto por el entonces jefe del Gobierno, el socialista Guy Mollet, y decidió enrolarse en esa expedición militar con 28 años. Fue asignado al primer regimiento de paracaidistas de la Legión Extranjera, encuadrado en las fuerzas del general Jacques Massu.

Los nuevos testimonios contra Le Pen se añaden a otros, que en su momento dieron origen a diversos pleitos, algunos de ellos ganados por el imputado. Pero, gracias a ellos, se descubrió un artículo publicado en el periódico Combat, el 9 de noviembre de 1962, en que Le Pen afirmaba: 'Lo sé, no hay nada que ocultar. He torturado porque había que hacerlo. Cuando os traen a alguien que acaba de colocar 20 bombas que pueden estallar de un momento a otro y no quiere hablar, hay que emplear medios excepcionales para presionarle'.

Métodos de presión

Unos días más tarde Le Pen puntualizó a la misma publicación que los métodos de presión no eran 'torturas', pero la justicia se apoyó en esos documentos para absolver al ex primer ministro socialista Michel Rocard y al historiador Pierre Vidal-Naquet, que acusaron al dirigente del Frente Nacional de ser un torturador.

Para el Tribunal de Casación (la más alta instancia judicial francesa), acusar a Le Pen de torturador no constituye 'una difamación pública', como pretendía el caudillo ultraderechista.

EL PAÍS publicó el domingo pasado el relato del hijo de un argelino torturado. Uno de los jefes militares que actuaron en Argelia, el general Paul Aussaresses, dio numeros detalles sobre el uso de la tortura, en una entrevista publicada en este periódico el 12 de mayo de 2001, tema al que ha dedicado un libro que le ha valido una condena por apología de la tortura, además de la pérdida de la condición de miembro de la Legión de Honor.

Le Pen, durante una rueda de prensa en París el pasado mes de abril.
Le Pen, durante una rueda de prensa en París el pasado mes de abril.AP

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