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Francia y Alemania convierten el control de los inmigrantes en la prioridad de la UE

'No se puede ceder el asunto a la extrema derecha', afirma el canciller Gerhard Schröder

París y Berlín se han unido para poner diques a la inmigración. El presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, han acordado hacer del control de inmigrantes 'la prioridad número uno de la UE' en el momento actual, según informaron a este periódico fuentes diplomáticas al corriente de lo tratado en la cumbre franco-alemana celebrada en París el lunes por la noche. Chirac evocó la necesidad de 'un control mucho más serio de la entrada del Espacio de Schengen' y Schröder recalcó: 'No se puede ceder la cuestión de la inmigración a la extrema derecha'.

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Ante la imposibilidad de hablar ahora de dinero para la ampliación de la Unión Europea, abordar de una vez por todas el control de los clandestinos confirma el giro iniciado ante la cumbre comunitaria de Sevilla (que se celebrará el próximo 21 de junio) con un tema que también interesa al presidente actual del Consejo Europeo, José María Aznar, a efectos de la política interna española. La sensibilidad de la opinión pública hacia el populismo es un momento oportuno para 'terminar la política comunitaria de asilo e inmigración, esbozada hace casi diez años e inacabada desde entonces', explican las fuentes diplomáticas aludidas.

En una reunión paralela a la de Chirac y Schröder, los ministros del Interior francés y alemán acordaron 'organizar sistemas de persecución transfronteriza' entre las policías de los dos países, una experiencia ya iniciada entre Francia y Bélgica para el control de su frontera común. Otros proyectos consisten en acortar fuertemente los plazos para la expulsión de clandestinos e imponer acuerdos de readmisión con los países que los envían, ahora con la fuerza que daría el respaldo de toda la UE y no sólo de algunos de sus países.

El control del Espacio de Schengen no implica crear una policía nueva en la frontera exterior de la Unión Europea, sino auditar los procedimientos y garantizar la calidad del control con el fin de cerrar los agujeros de seguridad observados, que son considerables en Estados con altas poblaciones de inmigrantes, como Francia, Italia o la misma Alemania. Por ejemplo, el año pasado España devolvió a Francia a más de 10.000 inmigrantes sin papeles, mientras que Francia rechazó hacia España a menos de la mitad de esa cifra. Otro dato: España devuelve a Francia prácticamente el mismo número de clandestinos de origen marroquí que al contrario, pese a la idea -forjada por las pateras del Estrecho- de que la inmigración marroquí está volcada sobre España.

La dureza del problema tiene su expresión más acabada en Sangatte, el centro de refugiados junto al canal de la Mancha, cuya población de 1.300 a 1.700 inmigrantes clandestinos diarios se renueva con frecuencia por las salidas constantes de sin papeles hacia el Reino Unido y la llegada, también constante, de nuevos contingentes que intentarán el paso en cuanto puedan.

Acuerdo de Schengen

El Reino Unido e Irlanda no forman parte del Acuerdo de Schengen, en un momento en que el Gobierno de Tony Blair maneja la idea de utilizar su Armada para impedir que los inmigrantes clandestinos arriben a algún punto de la costa continental europea desde el que encaminarse hacia Francia o Bélgica para pasar el canal de la Mancha: otros europeos piensan que sería mucho más eficaz integrar esos medios en una política común.

La cobertura del 'golpe de timón' es la ola de conservadurismo suscitada en la opinión pública, sobre todo a raíz de los atentados del 11 de septiembre, que abona las razones electorales de Chirac y Schröder para escudarse en la extrema sensibilidad hacia la inmigración y la mezcla que se hace entre esa cuestión y la inseguridad ciudadana.

El jefe del Estado francés, victorioso de su enfrentamiento con el líder de los ultras, Jean-Marie Le Pen, en las elecciones presidenciales del 5 de mayo, aún tiene pendiente obtener la mayoría parlamentaria para su partido en las legislativas de junio, mientras que Schröder ha de enfrentarse a unas elecciones generales el 22 de septiembre.

'Ante todo hace falta armonizar las legislaciones en el seno de la Unión Europea, tanto en la inmigración como en el derecho de asilo', puntualizó Chirac el lunes por la noche. Se refirió igualmente a 'luchar de manera mucho más eficaz contra los sistemas mafiosos que, de manera inhumana, organizan la inmigración hacia nuestros países'.

A su lado, el canciller alemán subrayó la necesidad de no ceder la cuestión inmigratoria a la extrema derecha: 'Es un asunto que debe tratarse con la mayor seriedad y el más grande sentido de la responsabilidad', afirmó. Para el presidente francés, la contrapartida de toda esta política de dureza frente a la inmigración sería 'la ayuda a los países en vías de desarrollo', a fin de 'crear trabajo y empleos', tratando así de poner diques a la inmigración en los países donde ésta se produce.

Policías franceses custodian a inmigrantes clandestinos detenidos cerca del túnel del canal de la Mancha.
Policías franceses custodian a inmigrantes clandestinos detenidos cerca del túnel del canal de la Mancha.REUTERS

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