Acció Ecologista-Agró y la Guardia Civil impiden una transformación agrícola en el Marjal de Almenara
Acció Ecologista-Agró denunció ayer que el propietario de una finca de unas 50 hectáreas enclavadas en la zona más valiosas del Marjal de Almenara, incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana -amparado por tanto por la ley de Espacios Naturales Protegidos y por el decreto de protección cautelar de estos enclaves dictado por el Consell hace dos años hasta que el listado esté aprobado definitivamente- había acometido una transformación agrícola para poner en cultivo los terrenos este verano. Avisada la Policía Local de Almenara y los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, este cuerpo decretó la paralización inmediata de las obras, según explicó Enric Amer, de Agró.
Una excavadora y un tractor con remolque procedieron por la mañana a remover las tierras para acondicionar un camino y construir una mota que separase la finca, anegada tras las últimas lluvias, de las aguas de uno de los estanques más valiosos del marjal. A escasos metros de una microrreserva de la Generalitat, del lugar en el que ha reproducido la primera pareja en décadas de cerceta pardilla en peligro de extinción y en una época en la que están anidando decenas de valiosas especies de aves, las obras suponían, a juicio de Agró, un peligro ambiental que incluso podría incurrir en un delito ecológico. Según Amer, el propietario ya inició en enero de 2001 la desecación del terreno para su cultivo, pero fracasó ante la pujanza del humedal. Este año ha optado por levantar una mota que impida la entrada de agua de los ullals a los terrenos.
El Marjal de Almenara es uno de los 48 enclaves incluidos por el consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, en el Catálogo de Zonas Húmedas, que el pasado viernes fue dictaminado favorablemente por el Consejo Asesor y de Participación del Medio Ambiente y que pronto será aprobado por el Pleno del Consell. Tras la última revisión del listado, la consejería atendió las quejas de los ayuntamientos y recortó el enclave de las 1.540,83 hectáreas iniciales a 1.486,72, decisión muy criticada por los ecologistas. Precisamente a Agró le llama la atención que los propietarios de la finca decidieran iniciar la transformación una vez que ha quedado clara la intención del Consell de dar una protección total a sus terrenos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.