La voluntad hace trasplantes
Médicos de Sevilla siguen a diario por Internet la evolución de pacientes cubanos
Todos los días, no importa la hora, el doctor José Pérez Bernal, coordinador sectorial de trasplantes en Sevilla, o cualquier otro especialista de la Unidad de Trasplante Hepático del hospital Virgen del Rocío, pasan visita, por Internet, a los trasplantados del Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ) de La Habana. De este modo, los pacientes cubanos, sus médicos y los especialistas españoles resuelven, casi al instante, cualquier anomalía que surja en la recuperación de los enfermos.
La experiencia, hoy rutinaria, comenzó hace tres años con no pocas dificultades. Entonces, un grupo de cirujanos -'los más avispados de la isla', según Pérez Bernal-, se plantearon aprender la técnica del trasplante. En Cuba hasta entonces, prácticamente, no se realizaban este tipo de intervenciones. 'Se hacían algunos trasplantes de riñón, eso sí, pero siempre con el órgano de un donante vivo', matiza Pérez Bernal.
Tras varios intentos en Francia y en alguna otra capital española sin obtener resultados, los cirujanos cubanos contactaron con la Unidad de Trasplante Hepático del Virgen del Rocío. Aquí hicieron cursos, adquirieron la experiencia necesaria y se volvieron a Cuba. 'No sólo con la formación adquirida, sino con el equipamiento e instrumental imprescindible para iniciar en el país caribeño la aventura de los trasplantes', explica Pérez Bernal. Los mismos cirujanos sevillanos viajaron en julio de 1999 a La Habana para supervisar aquellos primeros trasplantes de hígado 'en los que casi nadie creía', recuerda ahora el coordinador de trasplantes de Sevilla. Unos viajes que todavía hoy se repiten, al menos una vez al año.
En la actualidad son más de 20 los especialistas cubanos formados en el Virgen del Rocío en más de una docena de disciplinas. Destacan los de cirugía general, los anestesistas y los intensivistas, imprescindibles, sobre todo los últimos, para la correcta evolución de cualquier trasplantado.
Hasta ahora, en tres años, los equipos cubanos de trasplante del CIMEQ han realizado 48 trasplantes de riñón, 28 de hígado, 33 de córnea, 3 de páncreas-riñón y uno de hígado-riñón. En la mayoría de los casos el éxito ha sido total. 'Personas que ya no tenían ninguna esperanza de vida viven hoy como cualquier otra, sin la menor dificultad', comenta Pérez Bernal, que asegura que 'en los trasplantes hepáticos al menos, los más difíciles, el índice de supervivencia es equiparable al que obtenemos aquí, en los países desarrollados'.
Así pues, Cuba, en lo que a trasplantes se refiere, es hoy un modelo para el tercer mundo. Y esto a pesar de las dificultades que tiene el país caribeño para conseguir los medicamentos. Sobre todo los de última generación. Algunos les llegan vía Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros a través de alguna ONG. La Asociación de Trasplantados Hepáticos de Sevilla, por ejemplo, les envía cada año todos los fármacos que a sus asociados les sobran. El año pasado esta organización les remitió medicamentos por valor de más de un millón de euros.
Mientras tanto, los médicos cubanos siguen llegando a Sevilla para formarse. La Fundación Progreso y Salud, dependiente de la Junta, mantiene varios convenios de colaboración con el Gobierno cubano. Entre éstos están 6 becas de formación anuales, en hospitales andaluces. Los especialistas que este año aprenderán aquí las últimas técnicas médicas provienen de las áreas de cirugía endoscópica, anestesia, tratamientos con ultrasonidos, cirugía cardiaca, cuidados intensivos e implantes dentales. Además, puntualmente, el SAS envía a la isla material quirúrgico y técnico.
Aun así, los problemas en Cuba para realizar trasplantes no cesan. Las dificultades de estos cirujanos son tales que, 'a veces', cuenta Pérez Bernal, 'han de realizar la extracción y el implante de forma inmediata pues carecen de algo tan simple como es el líquido que preserva los órganos por un par de horas'.
La concienciación y el desarrollo de una cultura de donación multiorgánica es otro de los grandes avances logrados en estos tres años de cooperación. 'Hasta que no llegamos nosotros, la medicina cubana no se había planteado en serio que de un solo donante podían extraerse órganos para salvar varias vidas', concluye Pérez Bernal.
Un gasto farmacéutico controlado
'En Cuba, el gasto farmacéutico no crece más de lo necesario porque la producción de medicamentos está en función de la demanda, a su vez controlada por el Sistema Nacional de Salud', afirma Alberto Núñez, director del Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos de Cuba. Núñez estuvo en Sevilla la semana pasada para leer su discurso de ingreso como miembro numerario de la Academia Iberoamericana de Farmacia. A él 'no le choca en absoluto' lo disparatado del gasto farmacéutico en los países desarrollados. En su opinión, son los médicos, y en última instancia la industria del sector, los que marcan las pautas de uso y consumo de fármacos. No ocurre así en este país caribeño. La fabricación y dispensación está controlada por el SNS. 'Mientras ustedes pueden llegar a tener hasta 25.000 medicamentos distintos, nosotros nos apañamos con 809', explica Núñez. Y la mitad son genéricos. Los fabrica la industria farmacéutica cubana a partir de los principios activos que le llegan. 'Muchas veces por una vía insospechada', añade este experto en farmacia. Este es, precisamente, uno de los problemas que tienen: el difícil acceso a los medicamentos de última generación. Las multinacionales dueñas de las patentes se las niegan. La OMS, alguna ONG o gobiernos amigos suelen facilitarles esas materias primas imprescindibles para fabricar medicamentos. Ocurre así, por ejemplo, con el principio activo de algunos de los fármacos existentes para luchar contra el sida, que llegan a Cuba desde la India.
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