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La SEPI y los sindicatos aseguran la supervivencia de la compañía minera Hunosa al menos hasta 2010

Los sindicatos de Hunosa y el accionista universal de la compañía, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), firmarán el próximo día 4 el plan estratégico y convenio colectivo de la empresa estatal minera para el cuatrienio 2002-2005, tras haber alcanzado un acuerdo definitivo sobre ambas materias tras tres meses de negociación.

Será la primera vez que los poderosos sindicatos de la compañía hullera asturiana, SOMA-FIA-UGT y CC OO, cuyos afiliados suman más del 90% de la plantilla, suscriben un plan de reducción de actividad y un convenio colectivo en tan breve plazo, sin movilizaciones ni disturbios, y sin haber convocado una sola hora de huelga, salvo algún paro en el pozo de Pumarabule.

Los sindicatos creen que este plan, aun cuando entrañará el cierre de dos de las nueve explotaciones con que aún cuenta Hunosa y un nuevo recorte de empleo del 33,6% en el cuatrienio, despeja incertidumbres y hace posible la continuidad de la empresa hasta 2010. En los mismos términos se han expresado Jordi Dagá, vicepresidente de la SEPI, y Ovidio Sánchez, presidente del PP de Asturias.

En 1996, meses después de tomar posesión como ministro de Industria, el hoy titular de la cartera de Exteriores, Josep Piqué, había anunciado el cierre de la compañía estatal minera en 2005. Prometer otro lustro más de vida para la empresa (en pérdidas desde su creación hace 35 años) ha sido una de las bazas de la SEPI para alcanzar el hito histórico del primer pacto con los sindicatos mineros sin alteraciones del orden público, crispación social ni paros.

Para cumplir lo que ahora se promete el Gobierno de José María Aznar deberá emplearse a fondo durante la actual presidencia española de la UE para vencer las resistencias de algunos países socios a habilitar un nuevo sistema de ayudas públicas al carbón europeo, una vez que el Tratado CECA, que las hacía posible hasta ahora, vence el próximo 22 de julio.

Hunosa, la mayor empresa minera española, fue creada por el franquismo en 1967 a resultas de la nacionalización de la minería hullera privada de la cuenca central asturiana, que había entrado en una crisis irreversible a raíz del Plan de Estabilización de 1959 y de las medidas liberalizadoras de los años sesenta que pusieron fin a la autarquía.

Desde entonces siempre ha sido deficitaria y ha precisado desde su origen de elevadísimos volúmenes de ayudas públicas para sostenerse en pie. Su mantenimiento se ha justificado en virtud de estrictas razones sociales (es la actividad dominante en los municipios de las cuencas del Caudal y del Nalón) aunque los sindicatos han postulado también criterios estratégicos para recabar su continuidad. Las centrales sindicales argumentan que el carbón es la única fuente energética autóctona que posee España, junto con la hidráulica y las muy minoritarias solar y eólica.

Las pérdidas de Hunosa rondan aún hoy los 300,51 millones de euros (50.000 millones de pesetas) anuales, pese al extraordinario ajuste de reducción de empleo y capacidad acometidos en los últimos 17 años tanto por los sucesivos gobiernos socialistas como por los del PP.

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