La oposición mexicana ataca a Castañeda por la crisis con Cuba

Nuevamente enemistados México y Cuba, el canciller Jorge Castañeda subrayó ayer que la posición de México sobre la situación de los derechos humanos en otros países no es selectiva, ni se fundamenta en consideraciones políticas o coyunturas, sino que parte del reconocimiento de que son valores universales. Parlamentarios de la oposición pidieron que Castañeda comparezca ante el Senado para explicar el abandono de Fidel Castro de la cumbre de Monterrey, que atribuyen a presiones norteamericanas.

Castañeda, uno de los ministros más sólidos en el Gabinete del presidente Vicente Fox, pronunció un discurso ante la 58ª sesión anual de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, reunida en Ginebra, en el que, sin citar a Cuba, dijo que 'la política exterior del presidente Fox no omite escuchar las expresiones de grupos que promueven los derechos humanos y la democracia en naciones donde su observancia es precaria'. México, agregó, 'no permanece indiferente frente a violaciones graves de esos derechos en otros países'.

El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista Cubano (PCC), afirmó ayer que el secretario (ministro) mexicano de Relaciones Exteriores 'ideó y concertó con el Departamento de Estado norteamericano el plan de que México, junto a Argentina y alguna otra cancillería latinoamericana, presentaran un proyecto de resolución en la Comisión de Derechos Humanos para condenar a Cuba'. 'Confiamos en que no aparezca ahora un Judas en Latinoamérica', agregó el canciller cubano, Felipe Pérez Roque.

'Diabólico y cínico'

Cuba acusó a Castañeda de ser el 'culpable' del abandono de la cumbre de presidentes por Fidel Castro. 'La extrañísima política de México en relación con el incidente tiene un diabólico y cínico arquitecto: se llama Jorge Castañeda', según el PCC. El Gobierno mexicano y el propio presidente norteamericano, George W. Bush, negaron tajantemente haber presionado para impedir que Castro asistiera a la reciente Conferencia Internacional sobre Desarrollo de la Financiación, en la que participó con un duro discurso de seis minutos.

Dirigentes de los opositores Partido Revolucionario Institucional (PRI), que busca un espacio en la socialdemocracia después de 71 años en el poder, perdido en las generales de julio del 2002, y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), de izquierda, arremetieron contra Castañeda. La nueva crispación diplomática en las relaciones con Cuba, cuyos avatares son política interna en México, es portada en la prensa, y abrió un nuevo foco de confrontación entre el Ejecutivo y la oposición. A gritos, diputados del PRD exigieron que el canciller sea cesado 'de inmediato' y se le incoe juicio político por 'servil y entreguista'.

El presidente Fox mantiene su confianza en Castañeda tras manifestar que la salida de Monterrey del líder cubano le sorprendió 'muchísimo porque Castro me mandó una carta de última hora, absolutamente de última hora (...) anunciándome que venía'.