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Reportaje:

Cruce de reproches entre la Iglesia católica y la ortodoxa rusa

La decisión del Vaticano de crear cuatro diócesis en Rusia desata un enfrentamiento mediático entre las jerarquías de ambas confesiones

Pilar Bonet

A raíz de la decisión del Vaticano de crear cuatro diócesis en territorio ruso, la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica se han enzarzado en una disputa, en la cual ambas confesiones cristianas utilizan los medios informativos para hacerse reproches en un clima de incomprensión mutua. Por ahora, no se perciben signos de deshielo entre la Patriarquía de Moscú y el Vaticano.

La jerarquía ortodoxa rusa ha rechazado airadamente la creación de las cuatro diócesis católicas, una medida que, según el Vaticano, es parte de una reestructuración interna destinada a elevar y reforzar el rango de las administraciones apostólicas que, con carácter provisional, existían ya en la Federación Rusa.

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La Iglesia ortodoxa rusa, que tiene una concepción patrimonial del Estado, muestra una exacerbada sensibilidad ante los católicos a la hora de competir en la captación de almas. En una rueda de prensa en las bóvedas de la catedral de Cristo Salvador de Moscú, el metropolita Kiril, responsable de asuntos exteriores de la Iglesia ortodoxa rusa, invocó ayer el Concilio Vaticano II para explicar los motivos de esta hipersensibilidad.

Según Kiril, aquel concilio de 1962 estableció una hermandad entre católicos y ortodoxos al reconocer que también en la Iglesia ortodoxa se realizan los misterios cristianos. A juicio del metropolita, en su actividad misionera, los sacerdotes católicos ignoran esta hermandad e ignoran también que la Iglesia ortodoxa rusa no se ha recuperado aún del 'genocidio' sufrido por sus fieles en época comunista. 'Miramos las relaciones de la Iglesia ortodoxa rusa y de la Iglesia católica a través del prisma de nuestra historia y nuestra tragedia', dijo el metropolita, que evidenció el sentimiento de debilidad que embarga a la patriarquía ante las actividades de los católicos. A diferencia del protestantismo, 'que se presenta como una alternativa a la Iglesia ortodoxa', los católicos se presentan como hermanos desde el Concilio Vaticano II, que acabó con el espiritu de la cruzada', señaló Kiril, que acusó a los católicos de haber emprendido ahora una 'cruzada' en territorio ruso.

Poniendo en duda el principio de 'libertad individual' esgrimido por el Vaticano, Kiril señaló que, en nombre del espíritu fraternal del Concilio Vaticano II, los sacerdotes católicos deberían rechazar a los fieles ortodoxos o hijos de ortodoxos, si éstos se dirigen a ellos para bautizarse.

Profundas discrepancias en torno a la forma de entender la religión, la actividad pastoral y el mundo en general están detrás de este último conflicto entre ortodoxos y católicos en Rusia. Estas discrepancias entre la Iglesia mayoritaria de Rusia y los católicos, que tienen entre 600.000 y un millón de fieles, explican la reacción negativa a los viajes que Juan Pablo II realizó el año pasado por países fronterizos con Rusia. El metropolita Kiril dijo ayer que el viaje del pontífice a Ucrania había 'complicado' los problemas existentes entre los ortodoxos locales y los católicos de rito oriental (los uniatos). El problema de los uniatos y las actividades misioneras del Vaticano son los dos obstáculos existentes para la visita del Papa a Moscú, reiteró ayer el metropolita Kiril, según el cual el encuentro entre el Papa y el patriarca Alejo II no debe ser 'un show', sino un 'acto histórico' que impulse el acercamiento de las dos iglesias.

El deseo del pontífice de culminar su papado visitando Rusia podría estar, según los analistas, detrás del visible aumento de las actividades de la Iglesia católica en Rusia y del mayor protagonismo en los medios de comunicación de su máximo dignatario local, el arzobispo Tadeuz Kondrusiewicz.

El presidente Vladímir Putin ha dicho que estaba dispuesto a invitar 'en cualquier momento' a Juan Pablo II, y ha lamentado que los problemas con la Iglesia ortodoxa rusa sean un obstáculo para ello.

El conflicto con la Iglesia ortodoxa rusa 'ha empeorado ligeramente' las perspectivas de la visita papal, aunque no de forma sustancial, según dijo el arzobispo Kondrusiewicz en una rueda de prensa en la agencia Ria-Novosti. Kondrusiewicz indicó que el viaje podría tener lugar en condiciones semejantes a las visitas del pontífice a Ucrania, Grecia o Bulgaria. En estos tres países, las iglesias ortodoxas locales han manifestado diverso grado de indiferencia o rechazo hacia el pontífice, sin llegar al nivel de la Iglesia ortodoxa rusa. La invitación que el presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, formuló a Juan Pablo II para visitar Moscú fue reiterada posteriormente por el primer presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y por Putin.

La ley de organizaciones religiosas, que data de 1997, reconoce el 'especial papel' de la ortodoxia en la historia de Rusia, y menciona 'el cristianismo, el islam, el budismo, el judaísmo y otras religiones que constituyen una parte inseparable de la herencia histórica de los pueblos de Rusia'.

Sitios de Internet: www.russian-orthodox-church.org.ru y www.chatolic.chat.ru.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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