Repsol YPF agrupa todas sus filiales de butano y prepara su colocación en Bolsa

Repsol YPF se apresta a integrar todo su negocio de GLP (gases licuados de petróleo), formado por una veintena de empresas, en una única compañía: Repsol Butano. Una vez unificado y fortalecido este negocio, la petrolera hispano-argentina intentará entrar en otros mercados que le interesan pero de difícil acceso: Brasil y México. Para financiar una gran parte de toda esta operación de expansión, la compañía prepara la colocación en Bolsa de Repsol Butano, aunque también contempla dar entrada a socios institucionales e, incluso, cruzar participaciones.

'Lo primero que tenemos que hacer es reorganizar el negocio del GLP , después ya veremos cómo se financia la expansión de Repsol Butano', comentaron ayer fuentes de la empresa petrolera. 'La salida a Bolsa, el intercambio de acciones o activos como se hizo con Petrobras en Brasil son posibilidades que se estudian para dar el salto hacia otros mercados donde el negocio del GLP tiene un gran futuro', añadieron las mismas fuentes.

El plan de Repsol YPF para su negocio de GLP es similar al que ya emprendió con Repsol Petróleo o Repsol Química, unificar todas las empresas que controla en este sector bajo el paraguas de Repsol Butano, una única empresa cuyo valor ha sido calculado por algunos analistas en 1.400 millones de euros (unos 233.000 millones de pesetas).

Actualmente, el grupo tiene una veintena de empresas dedicadas al GLP entre España y América Latina, donde está el grueso del negocio. La empresa también opera en Francia, Portugal y Marruecos, pero su presencia en estos mercados es mínima y no son el objetivo de su expansión.

Tercera en el mundo

Tras la reorganización, el grupo que preside Alfonso Cortina persigue entrar en México y Brasil, los mercados más apetecibles de América Latina por las perspectivas de crecimiento de ambos. Son mercados de difícil acceso y entrar con fuerza requiere una importante inversión. En el plan estratégico 2005 presentado con retoques por la compañía el año pasado prevé una inversión de 600 millones de euros en el negocio del GLP, cifra insuficiente, según los analistas del sector para financiar la expansión que Repsol YPF quiere emprender.

Por ello, la petrolera buscará financiación para respaldar sus planes y la fórmula porque más se inclina es la de colocar en Bolsa de Repsol Butano. De esta forma se adoptaría la estrategia que siguió Telefónica para sacar su filial de móviles a Bolsa, creando previamente una corporación, donde agrupó todas las participaciones internacionales (Operación Verónica). En cualquier caso, el grupo mantendrá la mayoría del capital.

La otra forma que se baraja es la de dar entrada a un socio o grupo de socios para compartir los costes y beneficios de la expansión. La empresa estudia dos vías, una es el intercambio de activos y la otra es el intercambio de acciones. Precisamente, la primera fórmula la utilizó recientemente Repsol YPF para reforzar su presencia en el mercado de carburantes brasileño. Entonces Repsol YPF y la petrolera estatal brasileña Petrobras intercambiaron activos por valor de 500 millones de euros. Repsol recibió un 30% de participación en una refinería y 240 estaciones de servicios en Brasil. A cambio, cedió el control de la red EG3, que posee 700 estaciones de servicio en Argentina (12% de cuota de mercado).

En el negocio del GLP, Repsol YPF es la tercera compañía del mundo en ventas con 3,7 millones de toneladas anuales. La primera del mundo es SHV Holding, que vende 6,1 millones de toneladas, seguida de la petrolera anglo-holandesa Royal Dutch-Shell, con cuatro millones de toneladas. Con el plan de expansión, Repsol YPF pretende aumentar su producción y ventas en dos millones de toneladas y así superar a Shell, para convertirse en la primera petrolera del mundo en el negocio del GLP.

Las ventas de GLP representan entre el 4% y 5% del resultado operativo de Repsol YPF. Es decir, que aportaron a la compañía unos 208 millones de euros en los nueve primeros meses de 2001.En los últimos 12 meses, las ventas de GLP disminuyeron en España un 9,3%, mientras se incrementaron en América Latina un 13,5% a pesar de que la crisis en Argentina era ya patente para entonces. España es un mercado maduro en el negocio del GLP, mientras que en América Latina la demanda aumenta permanentemente.