Los 'tories' piden que se investiguen las relaciones de los laboristas con el 'caso Enron'

La crisis de Enron salpica ya de pleno a los dos grandes partidos políticos y al Gobierno del Reino Unido. Los tories pidieron ayer una investigación parlamentaria para averiguar si hay alguna relación entre las donaciones de Enron al Partido Laborista y las siete reuniones mantenidas por los ministros de Tony Blair con altos directivos de la empresa en Europa. Enron donó un total de 36.000 libras (equivalentes a algo menos de 59.000 euros) al Partido Laborista mientras presionaba al Gobierno para que suspendiera la moratoria que impedía la construcción de centrales eléctricas de gas.

Pese a la modestia de la cantidad, conservadores y liberales-demócratas quieren convertir esa donación en una reedición del caso Bernie Ecclestone, el gran padrino de la Fórmula 1, que donó un millón de libras al nuevo laborismo poco antes de que Tony Blair eximiera a este deporte de la prohibición de financiarse con publicidad de las marcas de tabaco.

El punto débil del laborismo en esta crisis son las declaraciones del ex presidente de Enron Europa, Ralph Hodge, que afirma que pagar a los partidos es una de las mejores maneras de asegurar el acceso de la empresa a los políticos. '¿Dinero a cambio de acceder a ellos? No. Teníamos el deseo de encontrarnos con ministros, funcionarios, diputados, y llegamos a la conclusión de que subvencionar algunos eventos podía contribuir a conseguir ese objetivo', ha declarado Hodge.

Punto fuerte

El punto fuerte es que las presiones de Enron tuvieron muy pocos efectos. El Gobierno acabó prohibiendo en 1998 nuevas centrales a gas para proteger el mercado del carbón en un momento en que el gas estaba muy barato. Y no levantó la prohibición hasta 2000, cuando la subida de los precios del gas hicieron poco rentable la proyectada nueva central de Enron, a la que renunció.

El otro punto fuerte de los laboristas es que también los conservadores han recibido dinero del gigante eléctrico: 20.000 libras esterlinas (cerca de 33.000 euros), una donación de la que ahora se lamentan porque resta fuerza a sus denuncias.

Por eso, el presidente del Partido Conservador ha centrado su petición al Parlamento en que investigue la agenda de reuniones de los ministros que han tenido contactos con Enron.

El Gobierno laborista se defiende señalando que es perfectamente natural que los ministros responsables de energía se reúnan con las empresas del sector y subraya que no sólo mantuvieron contactos con Enron para discutir el problema de la moratoria, sino con el conjunto del sector eléctrico.