Arranca la carrera hacia los Oscar

Hollywood aprieta el acelerador ante la proximidad de unos premios que pueden consagrar las grandes producciones o catapultar a los filmes independientes.

Quedan casi tres meses y ya han empezado los rumores y las apuestas. Llegan los Oscar. Las candidaturas a los Globos de Oro ya han desatado las primeras especulaciones, pero lo cierto es que, a diferencia de otros años, no hay claros favoritos.

Es un hecho comprobado: los miembros de la Academia tienen poca memoria. Salvo contadas excepciones, todas las películas que aspiran al Oscar se han estrenado en las tres primeras semanas de diciembre. Algunas deben incluso limitar provisionalmente su distribución a Nueva York y Los Ángeles y esperar hasta enero para ampliar su cobertura simplemente porque no hay sitio en las salas.

Ya nadie se acuerda de las películas que se estrenaron en verano y los estudios prefieren centrar sus campañas de promoción en los dos primeros meses del 2002 para rentabilizar el impacto. Algunos largometrajes como Moulin Rouge o el Diario de Bridget Jones, que salieron a mediados de año, han vuelto a estrenarse en algunos cines para incrementar sus posibilidades de ser candidatos.

Los Oscar se otorgarán el próximo 24 de marzo. El 31 de diciembre terminó el plazo de presentación de películas. El 8 de enero se mandan las papeletas de voto. El 20 se celebran los Globos de Oro, que ya darán las primeras pistas sobre los ganadores. El 12 de febrero se conocen las candidaturas, y dos semanas después, el 27, todos los votos definitivos deben estar registrados.

Los largometrajes que aspiran a la estatuilla y que se exhiben en estos momentos en las salas de Estados Unidos se pueden dividir más o menos en tres categorías aproximativas: los previsibles, los modestos y las sorpresas.

Entre los previsibles están megaproducciones como la primera parte de El señor de los anillos, la saga épica de Tolkien dirigida por Peter Jackson; A beautiful mind, la historia real del genio matemático John Forbes Nash interpretada por Russell Crowe; Ali, la biografía del legendario boxeador protagonizada por Will Smith; The Shipping News, con Kevin Spacey y Julianne Moore, e incluso Vanilla Sky, con Tom Cruise y Penélope Cruz, que fue completamente ignorada la semana pasada en la presentación de los aspirantes a los Globos de Oro.

Éstas son las películas que tienen muchas posibilidades de ser elegidas entre las mejores y sumar además otras opciones: por ejemplo, al galardón de mejor actor, al que aspira Russell Crowe, que ya ganó el año pasado con Gladiator, o Kevin Spacey, que se lo llevó en 2000 por American beauty. Will Smith es también un serio contendiente: interpreta a un mito afroamericano y hasta ahora ningún actor negro se ha llevado el Oscar en esta categoría.

Entre las películas más modestas de presupuesto que se han estrenado estos días en Estados Unidos y que esperan competir están Gosford Park, el último largometraje de Robert Altman, una trama situada en la Inglaterra de los años treinta; In the bedroom, un drama familiar interpretado por Sissy Spacek y Marisa Tomei que quizás hubiera pasado inadvertido sin las candidaturas a los Globos, y Mulholland drive, de David Lynch, que ha vuelto a emerger tras años de cierta discreción cinematográfica con The straight story (Una historia verdadera) y ahora con este extraño thriller. The man who knew too much, la última creación de los hermanos Joel y Ethan Coen, y Memento, de Christopher Nolan -sin duda la película independiente de más éxito este año- también tienen posibilidades.

Quedan las sorpresas. Moulin Rouge, el musical que pasó sin pena ni gloria por la taquilla, reapareció de pronto al llevarse seis candidaturas en los Globos de Oro. El filme es ahora un serio aspirante a los Oscar. Además, su protagonista, Nicole Kidman, hace doblete y es candidata a los Globos de Oro también por su actuación en Los otros, de Alejandro Amenábar.

Hay otros dos estrenos que también podrían entrar en la competición. El primero es Charlotte Gray, la historia de una escocesa que se alista en la Resistencia francesa, y que encarna la polifacética Cate Blanchett, que también actúa en El señor de los anillos y The shipping news. El segundo es I am Sam, el drama de un retrasado mental, interpretado por Sean Penn, que lucha por la custodia de su hija con la ayuda de la abogado Michelle Pfeiffer. Penn también podría aspirar a un oscar.