'Una mente maravillosa' y 'Moulin Rouge' acaparan los premios de los Globos de Oro
Russell Crowe, Nicole Kidman y el veterano Robert Altman fueron las estrellas de la noche
Una mente maravillosa encabeza ya las listas de favoritos para los oscar de este año. El domingo por la noche, en Los Ángeles, obtuvo cuatro Globos de Oro de los de alta densidad: mejor película dramática, mejor actor, mejor actriz secundaria y mejor guión. Su protagonista, Russell Crowe, se erigió en firme aspirante a repetir Oscar por segunda vez consecutiva. La otra gran triunfadora, en el género comedia-musical, fue Moulin Rouge (mejor película, mejor actriz para Nicole Kidman y mejor banda sonora). En una velada propicia para jóvenes australianos como Crowe y Kidman, el aplauso más largo fue el que escuchó Robert Altman, un viejo rebelde de 76 años, premiado como mejor director por Gosford Park.
Fue una ceremonia discreta, extrañamente ajustada al horario y más formal que en años anteriores. Los antropólogos de la moda, una especie laboral que goza en Hollywood de un hábitat confortable, aseguraron que la profusión de vestidos rojos y negros constituía un reflejo subliminal del 'dolor' por los atentados del 11 de septiembre. También Sissy Spacek, mejor actriz dramática por su papel en In the bedroom, una película independiente sobre una pareja madura atormentada por la muerte violenta de un hijo, consideró que su trabajo había sido especialmente valorado a causa de los atentados. 'Creo que tiene que ver con la pena que todos, como nación, hemos sufrido', dijo.
Russell Crowe, a quien a estas alturas no hay quien haga sombra, prefirió no elucubrar sobre las razones de su éxito y anunció su propósito de consumir unas dosis generosas de Jack Daniels para acompañar el 'globo'. En A beautiful mind, una historia extraída de la vida real, Crowe hace un papel radicalmente distinto al de Maximus, el gladiador oscarizado en marzo, en una exhibición de variedad de registros que probablemente encantará a la Academia.
Delirios paranoicos
Crowe interpreta al matemático John Forbes Nash Jr., que se enfrentó a la esquizofrenia y logró superarla casi por completo; tras años de delirios paranoicos, obtuvo un Nobel de Economía por sus fórmulas para calcular el riesgo. El actor australiano sólo tuvo un contacto personal con el auténtico Forbes Nash, cuando éste hizo una visita durante el rodaje. El actor le preguntó al matemático si quería té o café, y éste se lanzó a una larga disquisición sobre las posibilidades de que el café estuviera demasiado fuerte, o flojo, o requemado, o fuera indigesto. 'No pude sacarle más que eso', comentó Crowe.
Jennifer Connelly, que encarna en la película a la esposa de Forbes Nash, obtuvo el Globo de Oro a la mejor actriz secundaria en un drama. El renglón de las historias reales sobre enfermedades de la mente se amplió con el premio al mejor secundario dramático, concedido al británico Jim Broadbent por su papel en Iris. Broadbent interpreta al marido de la novelista Iris Murdoch, aquejada de Alzheimer.
'Mi madre sufrió Alzheimer y extraje mucho de la experiencia', comentó Broadbent. Filmes con grandes aspiraciones, como Alí, en el que Will Smith revive la carrera del boxeador Cassius Clay/Muhammad Alí; la muy exitosa primera parte de la saga El Señor de los Anillos, y Mulholland Drive, una tortuosa intriga de David Lynch, quedaron en la cuneta. Gosford Park, una historia de misterio en una finca rural británica, vista a través de los ojos de la servidumbre, se alzó de forma relativamente sorprendente con uno de los grandes trofeos, el de la mejor dirección.
Robert Altman, un veterano cuya carrera ha transcurrido siempre por los márgenes de Hollywood, se mostró modesto con un premio que era, en cierta forma, un reconocimiento a toda su obra. 'Todas las películas', explicó, 'necesitan alguien que encienda las luces por la mañana y las apague al terminar la jornada; alguien que esté ahí y disfrute del trabajo de los actores. Ése soy yo'. La otra gran triunfadora de la noche, Nicole Kidman, se declaró 'temblorosa y emocionada' por su Globo como mejor actriz de comedia o musical. Kidman (nominada también en la categoría de papeles dramáticos por Los otros) aseguró que la filmación de Moulin Rouge, premiada también como mejor película no dramática y mejor banda sonora, había constituido 'un acto de valentía' y una 'recuperación de los musicales clásicos'.'No me sentía capaz de hacer ese papel, y mucho menos esperaba ganar un premio por él', dijo.
El mejor actor de comedia fue Gene Hackman, por su interpretación del patriarca de una familia de ex niños-prodigio en The Royal Tenenbaums. Hackman, la única ausencia notable de la fiesta, envió un mensaje para explicar que había perdido un enlace en el vuelo hacia Los Ángeles y se había visto obligado a quedarse en un lugar no especificado del Caribe. Obtuvo sonoros aplausos, por su talento como actor y, probablemente, por su buen criterio en materia de perder vuelos.
Dos personas tan influyentes en la industria como el director Steven Spielberg y el actor Tom Hanks, amigos inseparables, acudieron al Hilton de Beverly Hills para recibir, en esta ocasión, un premio menor, el de la mejor miniserie de televisión por Band of Brothers, la recreación de la vida de una compañía de soldados estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial. El galardón a Band of Brothers no admitía apuestas: estaba asegurado. Muchísimo más incierta era la nominación de Spielberg como mejor director por Inteligencia artificial, que quedó en nada.
Indiana Jones
El Premio Cecil B. De Mille al trabajo de toda una vida fue para Harrison Ford, quien asumió el galardón con entereza. 'No ha sido difícil', comentó; 'éste es un premio en que la competencia suele estar ya muerta'. Dijo haber preparado dos discursos de agradecimiento, uno breve ('gracias') y otro más largo ('muchísimas gracias'), y comentó que el de actor era un buen oficio para envejecer. 'A mi edad, es mucho mejor dedicarse a esto que al rodeo', casi suspiró. Ya después de la ceremonia, se declaró dispuesto a interpretar una vez más a Indiana Jones, si George Lucas y Steven Spielberg estaban dispuestos a concederle aún el papel del arqueólogo aventurero. 'Por usted no pasa el tiempo', preguntó-afirmó una periodista embelesada. 'Al menos he conseguido engañarla a usted', fue la respuesta.
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