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La UE levanta a Lleida y Tarragona la prohibición de exportar porcino

Las restricciones se mantendrán en las provincias de Girona y Barcelona

El Comité Veterinario de la Unión Europea (UE) se pronunció ayer en Bruselas a favor de aplicar sólo en las provincias de Girona y Barcelona las restricciones impuestas en toda Cataluña para evitar la propagación de la peste porcina clásica. Entre las medidas que se habían tomado para toda Cataluña figuraba el cierre de las exportaciones de porcino, que se mantendrá en las provincias de Girona y Barcelona. El Comité Veterinario autorizó ayer el sacrificio de cerdos en mataderos de Osona donde se detectó un foco de peste.

El Comité Veterinario de la UE -órgano consultivo formado por expertos de toda la Unión- confirmó el pasado 18 de diciembre la prohibición decretada por la Comisión Europea de exportar cerdos vivos, embriones, semen y óvulos procedentes de Cataluña tras la aparición de un foco de peste porcina en la comarca barcelonesa de Osona.

Según la decisión tomada ayer por el Comité Veterinario de la UE, que se reunió con carácter extraordinario a petición de la Generalitat, las restricciones a la exportación de porcino se mantendrán sólo en Girona y Barcelona 'como medida preventiva'. En estas provincias se permitirá, sin embargo, el movimiento interno de ganado si previamento ha sido analizado, según fuentes del Departamento de Agricultura de la Generalitat.

Estas medidas, que entrarán en vigor cuando hayan sido publicadas, fueron consideradas ayer positivas por la Generalitat.

Los expertos de la UE decidieron también en la sesión de ayer levantar la prohibición de sacrificar cerdos en los mataderos Esfosa y Le Porc Gourmet de Osona, que tuvieron que parar su actividad al estar ubicados en la zona de protección de uno de los cuatro focos de peste porcina clásica declarados en la comarca.

Esta decisión permitirá aligerar la situación de colapso de animales que sufren las granjas immovilizadas. Los cerdos de las explotaciones de los radios de protección y vigilancia de los focos declarados podrán ser sacrificados en estos mataderos.

Demasiados cerdos

La immovilización de ganado afecta a más de 600 granjas de Osona, la mayoría de ellas de ciclo cerrado (con animales reproductores que mantienen la cabaña de la explotación). Esto supone un verdadero problema para los ganaderos, que ven llenarse de cerdos sus granjas sin poder hacer nada con ellos. 'El 28 de noviembre fue el último día que pude vender cerdos. Desde aquella fecha, las madres reproductoras continúan pariendo, los cerdos van creciendo y ya no sé dónde ponerlos', explica un ganadero de la comarca. 'Hay animales sanos que se están muriendo porque no caben en la explotación. Además, la cantidad de pienso necesario para alimentar a los animales crece día a día, por lo que tenemos más gastos', añade.

Otro de los problemas que destacan los ganaderos de la zona es el hecho de que las familias vivan en la misma explotación, por lo que el tráfico de vehículos y personas es constante y aumenta el riesgo de contagio.

Los propietarios de explotaciones de Osona aún no se atreven a hacer un balance de las pérdidas económicas que comportará el brote de peste porcina. El coordinador de Unió de Pagesos en la comarca, Lluís Muntal, afirma: 'Ni tan sólo se conoce en qué punto de la crisis nos encontramos y, por lo tanto, aún no se ha cuantificado el mal que ésta puede suponer'. Por ahora se han sacrificado 37.459 animales de las granjas afectadas y en las explotaciones situadas en un radio de un kilómetro alrededor de estos focos, incluyendo también los sacrificios realizados por relación epidemiológica.

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