Ruckauf se perfila como el hombre fuerte del Gobierno de salvación

En su intención de alcanzar la 'unidad nacional', el presidente Duhalde consultó a representantes de todos los partidos y ofreció cargos en el Gabinete a algunos de ellos. Pero, les adelantó: 'Será un Gobierno peronista. No habrá cogobierno'. Los puestos claves serán ocupados por peronistas, 'que no tengan prontuario [antecedentes penales], que no sean sospechosos de corrupción y que sean leales', adelantó un portavoz.

De momento, ha ofrecido la estratégica Secretaría de Inteligencia del Estado (servicios secretos) a José Pampuro, un incondicional del nuevo presidente. El hasta ahora gobernador Carlos Ruckauf, heredero de Duhalde en la provincia de Buenos Aires, con quien le une además la resistencia a Carlos Menem en la lucha interna del partido, debía decidir ayer si aceptaba el Ministerio de Relaciones Exteriores o la jefatura del Gabinete de Ministros (coordinador ministerial). Ruckauf, ex embajador argentino en Italia y precandidato peronista para las elecciones de 2003, parecía inclinarse por la Cancillería. Un portavoz adelantaba a EL PAÍS: 'El primer viaje al exterior de Ruckauf será a España'. El vicegobernador Felipe Solá, otro duhaldista, reemplazará a Ruckauf en la gobernación de Buenos Aires.

El Ministerio de Economía quedará también en manos de uno de los economistas de cabecera del nuevo presidente, el actual diputado Jorge Remes Lenicov, responsable de la economía de la provincia de Buenos Aires, cuando Duhalde fue gobernador. Se anunciaba también la creación de un Ministerio de la Producción, a cargo del empresario Ignacio de Mendiguren, presidente de la organización empresarial Unión Industrial Argentina. El Gobierno se propone recuperar el Ministerio de Educación, eliminado durante el breve mandato de Rodríguez Saá.

Gustavo Béliz, un ex ministro del Interior que renunció al primer Gobierno de Carlos Menem tras denunciar actos de corrupción de su líder y que acabó aliado con el ex ministro de Economía Domingo Cavallo en las generales de 1999, le ofreció a Duhalde un plan de acción social que pondría en práctica en el acto. Béliz, un reconocido militante católico, cuenta con el apoyo de la Iglesia.

Entre los extrapartidarios destacaba también el probable regreso a la cartera de Acción Social del peronista disidente Juan Pablo Cafiero, miembro del Frente para un País Solidario (Frepaso ) y de la Alianza de partidos que encabezaba De la Rúa. El experto constitucionalista Jorge Vanossi, militante del Partido Radical, admitió que le ofrecieron Justicia y dijo que no tendría inconveniente en incorporarse, 'si se forma un equipo con ideas homogéneas'.

El Gobierno de Duhalde, con el apoyo del Parlamento, tratará de cambiar a los nuevos jueces de la Corte Suprema de Justicia. Los líderes políticos consideran que los sucesivos cacerolazos y la bronca de los ciudadanos apuntan también al máximo tribunal del país y que no se van a suspender si no hay cambios también en la Justicia. En público y en privado se les ha pedido a los jueces que renuncien antes de que se inicie contra ellos el proceso de juicio político.