Diagnostican cáncer a otro niño del mismo colegio de Valladolid

Un niño de seis años escolarizado en el colegio Antonio García Quintana tiene leucemia. Él es el cuarto alumno del mismo centro afectado de cáncer infantil. Los padres de los alumnos continúan exigiendo la retirada de las más de 30 antenas de telefonía que, a menos de 40 metros del tejado del colegio, coronan un edificio cercano. Los familiares sospechan que puede existir relación entre las ondas que emiten esas instalaciones y la enfermedad de los pequeños, dos de los cuales padecen linfoma linfoblástico agudo, y otro más un linfoma de Hodgkin. El otro pequeño con cáncer infantil continuaba ayer en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid con el fin de concretar el tipo de leucemia que padece.

La Junta de Castilla y León baraja el traslado de los niños a otro edificio si a la vuelta de las vacaciones navideñas no han concluido los trabajos de un nuevo grupo de expertos que investigará la posible relación entre la enfermedad de los niños y el bosque de antenas que hay junto al colegio.

Un juez decretó el pasado viernes la suspensión de las emisiones de las antenas, y los padres, ante el cuarto caso de cáncer, ven evidencias en lo que antes eran sólo sospechas. Han vuelto a reclamar el inmediato chequeo de los más de 400 alumnos del centro y el precintado de las instalaciones del inmueble. El gobierno de la comunidad ha acordado facilitar el acceso a análisis y revisiones clínicas a todos los alumnos del centro así como a los trabajadores del García Quintana.

Estudio epidemiológico

Además de la realización de un chequeo a todos los alumnos, los padres de los pequeños exigen, igualmente, un nuevo estudio epidemiológico, ya que el realizado por el gobierno autónomo por 12 técnicos, ocho de ellos no médicos, recomienda 'el establecimiento de mecanismos de vigilancia' que permitan conocer las causas de este elevado numero de cánceres, pero descarta la relación entre la enfermedad y la emisión de ondas electromagnéticas.

Los representantes de la comisión antiantenas siguen afirmando que no están dispuestos a que sus hijos 'sirvan de cobayas para ningún experimento', y aunque reconocen la necesidad de que se estudie a fondo el problema, demandan que 'se haga, tras la retirada cautelar de las antenas por la aplicación de un elemental principio de precaución', según las recomendaciones de diversas convenciones internacionales.

Los padres consideran que no se ha tenido en cuenta 'la salud de los pequeños' y los representantes de la plataforma contraria a las antenas han pedido la imputación del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, y del concejal de Urbanismo, Federico Sumillera, y la exigencia de responsabilidades para los consejeros de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, Educación y Cultura, Tomás Villanueva, y Sanidad, Carlos Fernández Carriedo.