Los Quince desplegarán en Afganistán su primera operación militar conjunta

La UE dio ayer un paso clave hacia la construcción europea. Por primera vez, los Quince, incluidos los países neutrales (Finlandia, Suecia, Austria e Irlanda), expresaron su voluntad de participar unidos en una operación militar, aunque bajo mandato de la ONU. Todos ellos, bajo el liderazgo británico, dijeron estar dispuestos a aportar soldados y medios a la fuerza multinacional de entre 3.500 y 5.000 hombres, que en breve se desplazará a Afganistán para garantizar la transición política en ese país. La noticia, surgida durante la cumbre europea de Laeken-Bruselas, coincidió con el anuncio de que la Fuerza de Reacción Rápida de la UE será declarada operativa hoy, pese a las últimas reservas de Grecia, aunque no lo será al cien por cien hasta 2003.

'Es así como avanza Europa', dijo satisfecho Louis Michel, ministro de Exteriores de Bélgica, país que preside la Unión hasta fin de año, al comunicar la noticia a los periodistas. 'La decisión es de una importancia capital', enfatizó. 'Todos han mostrado interés en participar', añadió con satisfacción Javier Solana, representante europeo para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión, quien agregó que se trata de 'una señal política importante' en un momento en el que se ha puesto en duda la capacidad de la Unión para actuar coordinadamente en política exterior. 'Tiene un componente político muy simbólico, porque representa el respaldo de todos los miembros de la UE', comentó el ministro español de Exteriores, Josep Piqué.

A partir de ayer, ya no podrá argumentarse con tanta rotundidad que no hay política exterior creíble sin una política militar detrás, puesto que los Quince han mostrado su voluntad real de actuar conjuntamente en el terreno de la seguridad y la defensa, aunque enseguida surgieron los matices. De entrada, para dejar claro, sobre todo el Reino Unido, que no se trata de 'una fuerza de la UE', como aclaró el ministro británico de Exteriores, Jack Straw, sino de 'una operación de los Estados miembros de la Unión Europea', en la que también estarán presentes, bajo mandato de la ONU, Turquía, Jordania o Canadá.

Por eso, la satisfacción inicial belga o española fue matizada por el presidente francés, Jacques Chirac, quien hizo hincapié en el protagonismo de la ONU, o por el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, quien comentó que Berlín tendrá problemas para encontrar fuerzas y medios adecuados para aportar.

Bajo el paraguas de la ONU

Es cierto, como indicaron fuentes del Consejo de la UE, que ni es una misión exclusivamente europea ni se trata de una operación de la Fuerza de Reacción Rápida. Pero el grueso de esa fuerza, que actuará bajo el paraguas de la ONU, será europeo y el estado mayor y la estructura de mando corresponderán al Reino Unido, opción a la que ayer no se opuso ningún líder de la Unión. Un 10% de las aportaciones europeas corresponderán a España, según señaló ayer el ministro español de Exteriores, Josep Piqué.

Ningún país europeo quiso quedarse fuera, sobre todo porque no quieren dejar todo el protagonismo, una vez más, a los grandes de la UE. Lo curioso, por el contrario, es que fue el Reino Unido quien a media tarde, según las fuentes del Consejo, expresó su deseo de que las aportaciones debían ser fuertes, 'de un batallón como mínimo por país', en un intento de evitar que se sumen pequeños países con mínimos medios y de difícil coordinación.

La fuerza multinacional se desplegará en las inmediaciones de Afganistán y su misión será fundamentalmente proteger a las nuevas instituciones políticas, garantizar la construcción de nuevas infraestructuras y dar cobertura a la llegada de ayuda humanitaria, pero no incluirá en ningún caso intervenciones en áreas en las que aún exista actividad armada. 'No es una fuerza para la guerra, sino para garantizar la estabilidad', señaló Michel. Las necesidades financieras de Afganistán se calculan en 8.000 millones de euros para los próximos años, de los que 500 millones serán aportados previsiblemente por la UE, según anunció ayer el presidente de la Comisión, Romano Prodi.

Con respecto a la declaración de operatividad de la Fuerza de Reacción Rápida, que será 'una señal política fuerte', en palabras de Michel, Grecia seguía ayer poniendo objeciones a la condición turca de que toda intervención militar europea en áreas que afecten a la seguridad de Turquía sea consultada previamente con Ankara. El contencioso greco-turco, que entorpece el acceso automático de la UE a los sistemas de planificación en la OTAN, será todavía motivo de negociación en las próximas semanas. No obstante, esa declaración de operatividad ya podrá tener resultados concretos el año próximo. Previsiblemente, en mayo se organizarán unos primeros ejercicios y, seguidamente, efectivos de esa fuerza europea relevarán a unidades de la OTAN en los Balcanes. Cuando menos, se desplegarán algunos policías en Bosnia-Herzegovina.