Vanguardia en Rioja Baja

Al hablar de vino tenemos que despojarnos de viejas ataduras y conceptos que dicen estar reñidos con la calidad. Algunos de estos conceptos a revisar son, por ejemplo, alta producción, vendimia automática, riego, conducción del viñedo en espaldera, etcétera. En definitiva, tabúes relacionados con la calidad de la uva como si los métodos modernos no fueran capaces de conseguir vinos excepcionales y actuales. Craso error. Si todos estos métodos los situamos en Rioja Baja, el efecto sorpresa se multiplica como si fuera imposible hacer un buen vino en esta subzona, olvidando que siempre ha sido la despensa de Rioja Alta. A través de los años, las prestigiosas bodegas de Rioja Alta no siempre se han abastecido del jardín del viñedo que tienen delante de su hermosa bodega.

Bodegas Palacios Remondo representa la vanguardia en Rioja Baja, tierra donde se unen cereal, hortaliza y cultivos marginales como la vid, el almendro y olivas. Palacios Remondo es un claro ejemplo de trabajo en torno a la calidad e innovación en el vino. Es donde los tres factores de calidad naturales quedan relegados por el condicionante que está en manos del hombre. El clima, el suelo y las variedades quedan en un segundo plano frente a las técnicas de cultivo, que son en las que el bodeguero interviene en pos de calidad de sus productos.

Con la aplicación de nuevas técnicas y la introducción de varietales experimentales elabora vinos como el jovial blanco Placet. Un mosto glicérico, envolvente, sin perder el aroma de frutas y flores. El novedoso Propiedad Herencia Remondo quiere erigirse en el primer vino de la casa, reservando para ello los mejores sectores de su grandiosa y bien trabajada finca de 100 hectáreas.

Su vino estrella, 2 Viñedos, tan solo se elabora en añadas excepcionales a partir de un coupage de uvas tempranillo y graciano de Alfaro y una variedad experimental: la merlot cultivada en Haro. El resultado es un vino de muy alta expresión.