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Más de 100 expertos rechazan la supresión de la selectividad

Aseguran que garantiza el acceso democrático a la Universidad

Las actuales pruebas de de accceso a la Universidad no fueron concebidas como una fórmula de 'selección' específica. Más bien, todo lo contrario. Los legisladores y expertos universitarios que las diseñaron hace justo una década sólo pretendían 'comprobar' que los estudiantes que superan las enseñanzas medias tienen 'el grado de preparación y de madurez suficientes' para completar su formación superior en la Universidad. Todos y cada uno de los sucesivos ajustes hechos a la ya familiar selectividad fueron producto de políticas diseñadas ad hoc 'para propiciar el acceso a la Universidad de forma masiva y en igualdad de oportunidad para todas las clases sociales', lo que permitió un salto sin precedentes en la formación superior española, que pasó del medio millón de estudiantes a 1,5 millones.

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Es decir, 'la selectividad operó como garantía del acceso democrático e igualitario a la Universidad', resume Francisco Michavila, director de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Politécnica de Madrid, que el miércoles pasado reunió a más de 130 profesores de instituto, catedráticos, rectores, directores generales y consejeros de una veintena de universidades españolas de distintas comunidades autónomas en el primer seminario, Balance del sistema de acceso a la universidad (selectividad y modelos alternativos), organizado a raíz de la supresión de la selectividad en la Ley Orgánica de Universidades (LOU). El texto aprobado el viernes, sin atender a las más de 600 enmiendas presentadas, señala: 'Las universidades establecerán los procedimientos para la admisión de los estudiantes que soliciten ingresar en centros de los mismos, siempre con respeto a los principios de igualdad, mérito y capacidad'. Pero deja al margen el desarrollo y criterios que establecerá el ministerio para seguir garantizando un acceso en igualdad de condiciones.

El secretario general de la UPM, Manuel Oliver Alemany, no oculta su preocupación ante una reforma universitaria que carece por completo de la más mínima previsión real sobre las consecuencias de su aplicación en un escenario de 'descenso demográfico' y de creciente 'aumento de centros universitarios públicos y privados', que 'se traducirá en una oferta de plazas en la mayoría de titulaciones superior a la demanda'. Oliver sugiere que la sustitución por pruebas organizadas por cada universidad o centro, sin ningún criterio de convergencia con el resto, generará un panorama perverso en las carreras más solicitadas, donde la falta de plazas no estará compensada con medidas claras que eviten tendencias discriminatorias y un acceso en igualdad de oportunidades.

Aunque, los 'procedimientos' que utilizará el ministerio de Pilar del Castillo 'se desconocen por ahora', advierte María del Pilar López Luna, vicerrectora de Ordenación y Planes de Estudios de la Universidad de Alcalá, sí están claras 'las incertidumbres que genera la supresión de la selectividad, sin que se hayan clarificado antes los criterios del nuevo sistema'. Por esta razón, y pese al consenso generalizado entre los ponentes de que 'la selectividad actual tiene graves disfunciones', Michavila concluye que 'el balance realizado por los expertos subraya el innegable papel ejercido por la selectividad en la homologación de la enseñanza secundaria, tanto en centros privados como públicos'.

Y es que, en la práctica, la gran preocupación manifiesta de los rectores de las universidades públicas, incluidas católicas de solvencia como la Pontificia, es la 'flexibilidad con la que se regirán las universidades privadas de reciente creación y las academias que aspiran al estatus de universidad, que impulsa la LOU'. Máxime cuando empieza a haber síntomas que ratifican el giro privatizador.

El primer estudio sobre una década de selectividad en Cataluña, realizado por la Politécnica de Catalunya y la Generalitat, presentado por Manuel Martí, sostiene que 'los porcentajes de aprobados de selectividad son mucho mayores en los centros privados' y constatan que 'el incremento de alumnos de ESO y bachillerato en centros privados supera por primera vez este curso a los públicos'. Cataluña representa el 16% del sistema educativo, lo que permite extrapolar este escenario al plano nacional, las dudas sobre los 'obstáculos' de la LOU: ¿cómo se conseguirá programar las pruebas para que un alumno pueda participar en distintas pruebas de varios centros que imparten la carrera deseada? y ¿cómo se financian los desplazamientos para participar en las pruebas?

Examen de selectividad en la Universidad de Barcelona en junio de 2000
Examen de selectividad en la Universidad de Barcelona en junio de 2000CARLES RIBAS

Petición de que se negocie la LOU

La reunión del Comité de Enseñanza Superior de la Internacional Europea de la Educación -que reunió en Barcelona a representantes de 25 sindicatos de Alemania, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, Polonia, España, Francia, Finlandia, Irlanda, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y Suecia- pidió el jueves al Gobierno español 'que impulse, en la Presidencia de la UE, la participación de los representantes sindicales y personal universitario europeo en los debates y decisiones sobre el Espacio Europeo de Educación Superior'. Subraya 'la falta de participación en la elaboración de la LOU' y pide a Aznar que 'abra una negociación para llegar a una ley de consenso'.

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