Argentina cierra una fase del plan de deuda

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, recomendó el miércoles pasado en Washington a Argentina 'hacer los deberes internos' para superar la recesión que la ha dejado al borde de la suspensión de pagos.

Argentina continúa el proceso de reestructuración de la deuda, en un clima de absoluto descontrol en los mercados, huida de depósitos bancarios, protestas ciudadanas por el descalabro de la entidad que suministra asistencia sanitaria a los pensionistas y confrontaciones entre las fuerzas políticas. El Gobierno de Fernando de la Rúa cerró el viernes pasado el canje de deuda voluntario para inversores institucionales locales, que recibirán nuevos títulos con un tipo de interés del 7%, en lugar del 11% de media actual, y con una prórroga de tres años en el pago del capital. La operación, calificada de 'forzosa' o 'cesación de pagos técnica' por las calificadoras de riesgo crediticio, logró superar las expectativas al recibir ofertas por 42.000 millones de dólares.

Los inversores temen que el FMI no desembolse 1.260 millones de dólares por el incumplimiento del déficit fiscal

El ministro de Economía tiene que concretar todavía un recorte de 1.000 millones de dólares en el gasto social

Los inversores particulares y los tenedores de bonos provinciales podrán sumarse a la reprogramación hasta el viernes próximo. Más adelante se concretará el canje de deuda para los inversores extranjeros.

Cavallo, el ministro de Economía, que ha perdido la capacidad de encantar a los empresarios aunque no su resignada confianza, prevé ahorrar hasta 4.000 millones de dólares en intereses mediante la reestructuración de toda la deuda, que asciende a 130.000 millones. También calcula que el año próximo disminuirán en 5.000 millones las obligaciones de la deuda, pero advierte de que deberá ajustar una cifra similar en el gasto público: además de continuar con el descuento del 13% en los pagos a pensionistas, funcionarios y proveedores del Estado, ya acordó que enviará menos fondos a las provincias, pero falta definir otro recorte de hasta 1.000 millones. El Parlamento, que a partir del mes próximo será controlado por la oposición peronista, aún no discutió el proyecto de presupuesto del Gobierno del moderado partido radical con la centroderecha de Cavallo.

Incluso esta semana anuló la rebaja de las nóminas de sus empleados y nombró como presidente del Senado y número uno en la sucesión de De la Rúa a un peronista, Ramón Puerta, lo que el radicalismo catalogó como 'golpe institucional'. Además, la Cámara de Diputados discutirá un proyecto que aumenta del 35% al 45% el impuesto de sociedades que ganan más de 5 millones anuales, lo que afecta a Repsol YPF y Telefónica, entre otras.

Los operadores de los mercados recibieron las noticias con desagrado. La Bolsa de Buenos Aires se desmoronó al nivel mínimo en 10 años y la prima de riesgo país, que mide la confianza de los inversores en los bonos de los estados emergentes, se disparó al 32%. Los mercados temen, sobre todo, que la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que estuvo esta semana en Argentina decida no desembolsar 1.260 millones de dólares prometidos para diciembre ante el incumplimiento de la meta anual de déficit fiscal (6.500 millones).