Preludio

En Afganistán se sigue luchando. Sin embargo, el interés internacional se concentra cada vez en mayor medida en la conferencia de grupos y partidos afganos que se desarrollará en Bonn. La Alianza del Norte, que desde la intervención de Estados Unidos se ha convertido en un importante factor de poder, sigue sin desempeñar un papel totalmente transparente. ¿De verdad está dispuesta a compartir el poder? ¿O es que Afganistán se desliza otra vez hacia la anarquía, que fue lo que en su momento hizo posible que los talibanes se hicieran con el poder? Sería ingenuo esperar concesiones dignas de mención antes de que empiece la conferencia en Bonn. Sin embargo, da motivos para la desconfianza la firmeza con la que el portavoz de la Alianza del Norte para asuntos de política exterior, Abdulá Abdulá, afirmó ante su antiguo aliado, Irán, que la presencia de tropas extranjeras no era realmente necesaria. En nada altera esa afirmación la generosa oferta que Abdulá ha hecho al ministro británico de Asuntos Exteriores. Según afirmó Abdulá, la llegada de algunas tropas extranjeras era admisible. Irán es uno de los países que apoya a la Alianza del Norte. Durante las semanas pasadas, Teherán ha actuado de forma relativamente constructiva. Pero también para Irán tendría que estar claro que la presencia de actores que no han intervenido de forma directa en la guerra debería tener efectos apaciguadores. El mero hecho de que esto se admitiera con franqueza, ya durante el preludio diplomático, supondría un avance.

Francfort, 23 de noviembre