Italia apoyará a España para que la UE trate a Batasuna como a ETA

El Gobierno italiano aceptó ayer el argumento de que organizaciones como Batasuna, Haika, Gestoras pro Amnistía o el diario Gara son meros instrumentos de ETA que merecen el mismo trato que la banda terrorista, según afirmó el vicepresidente del Gobierno español y ministro de Interior, Mariano Rajoy, tras reunirse con su colega, Claudio Scaloja. La cumbre hispano-italiana que se celebra en Granada arrancó, además, con el compromiso de que los respectivos líderes, José María Aznar y Silvio Berlusconi, se esforzarán en impulsar la nueva legislación antiterrorista europea.

'Se trata de que a la libre circulación de capitales se añada la libre circulación de policías y resoluciones judiciales', afirmó Rajoy, que precisó que la convicción en el hecho de que las organizaciones citadas forman parte del entramado de ETA no puede derivarse su inclusión automática en la lista de terroristas y afines que la Unión Europea tiene previsto aprobar en el Consejo de Interior y Justicia de los próximos 6 y 7 de diciembre. El ministro reconoció que para ilegalizar una organización en España hace falta una resolución judicial y pareció entender que será difícil que una organización legal entre en la lista, aunque afirmó que él 'nunca cerrará ninguna puerta'.

Debido a esas dificultades, España quiere que la lista sea abierta, de manera que se pueda incluir en ella a nuevas organizaciones en cuanto se demuestre su vinculación a alguna banda terrorista. Rajoy dijo que Scaloja encontró muy acertado el planteamiento español, tanto por lo que se refiere en concreto a las organizaciones afines a ETA como acerca del argumento general en favor de la lista abierta, y aseguró que 'Italia actuará en consecuencia'.

La cooperación antiterrorista destacó, así, como el primer tema de esta cumbre bilateral, más centrada con todo en la promoción de las relaciones entre los dos líderes obligados a convivir y a competir como principales gobernantes del centroderecha en Europa. Aznar, que llegó con una media hora de retraso, encontró a Berlusconi a la puerta del palacio de Carlos V, en La Alhambra, donde corría el aire frío de la sierra. El ambiente inicial del encuentro no era como para hacer subir la temperatura. Los dos jefes de Gobierno permanecieron reunidos toda la tarde a solas. Lo primero que hicieron fue enviar un telegrama de pésame al presidente de EE UU, George Bush, por el accidente aéreo de Queen's y de solidaridad frente a eventuales nuevos ataques terroristas.

Luego repasaron las prioridades de la presidencia española de la UE, durante el primer semestre del año próximo, con especial atención al impulso del llamado Proceso de Lisboa, el plan de liberalización y modernización de las economías europeas que Aznar y el primer ministro británico, Tony Blair, promueven desde 1999.

La otra gran prioridad de la presidencia española es el desarrollo de las nuevas medidas, como la orden europea de búsqueda y captura o la supresión de la extradición, con las que la UE combatirá el terrorismo. Pioneras en la firma del único tratado bilateral que supera la extradición, España e Italia cooperarán estrechamente, según dijo Rajoy, en el impulso de tales medidas.

Además de los ministros de Interior, que acordaron también impulsar medidas sobre la inmigración, como las patrullas mixtas en trenes de largo recorrido o la Policía Europea de Fronteras, se reunieron separadamente los titulares respectivos de Defensa y Ciencia y Tecnología, así como sendos secretarios de Estado de Asuntos Exteriores.

Berlusconi, que fue declarado persona no grata en una manifestación de izquierdas y que provocó algún malestar entre los cámaras españoles al exigir que la iluminación de la rueda de prensa en que intervendrá hoy se reduzca al límite que conviene a su fotogenia, volvió a encontrar a Aznar por la noche en el Carmen de los Mártires para una cena privada.