La delegación marroquí da plantón al Foro

Mourad Cherif, presidente de Omnium Nord Africaine (ONA), el mayor grupo empresarial privado de Marruecos y en el que la familia real participa con al menos un 35%, y Fahd Yata, director de La Nouvelle Tribune, un semanario marroquí de reducida tirada, comunicaron el jueves por la noche a la organización del Foro de Formentor que no acudirían a Mallorca. El motivo oficial es que tenían que acompañar al rey Mohamed VI en su gira por el Sáhara, pero lo más verosímil es que la retirada de los dos únicos miembros de esta delegación, extremadamente modesta desde que el ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Benaissa, canceló su comparecencia, sea un incidente más en la escalada de desaires que las autoridades marroquíes han planteado frente a España.

'En Marruecos, cuando hay este tipo de situaciones, es normal que la gente se apunte a la línea del Gobierno, bien porque se lo piden o bien preventivamente, poniéndose el esparadrapo antes de que se produzca la herida', comenta un diplomático español que conoce bien la zona. Otro veterano de Marruecos, el ex embajador en Rabat y actual director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, se limita a afirmar: 'Nada justifica lo ocurrido. Espero que todo esto pase muy deprisa'.

Lo cierto es que, aunque su importancia sea muy menor, el nuevo desaire marroquí sorprendió a la plana mayor de la política exterior española, presente en Formentor, convencida de que las quejas formuladas por Benaissa el pasado martes en el Parlamento marroquí eran el final de la crisis.

El líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, desearía viajar a Rabat a finales de año, después de hablar con los dos gobiernos, y preferentemente una vez que ell embajador marroquí haya vuelto a Madrid. Su partido considera, además, una posible apertura hacia el plan Baker sobre el Sáhara, a fin de facilitar la recomposición de la relacións con Rabat.