Japón alcanza una tasa de paro récord del 5,3% con una subida desconocida desde 1967

La economía japonesa se deteriora a pasos agigantados. La tasa de desempleo en Japón subió a un récord del 5,3% durante el pasado mes de septiembre y al ritmo más rápido de los últimos 34 años. Un dato que refleja la critica situación de Japón es que durante el mes pasado 930.000 cabezas de familia se han visto afectados directa o indirectamente por los despidos, frente a los 50.000 de hace un año, 18 veces más. La última medición del paro confirma las recientes perspectivas del Banco de Japón, que auguran que la economía está próxima a entrar de lleno en recesión.

El aumento del paro hasta 3,57 millones de personas, 370.000 más que hace un año. La tasa, que sitúa el país ante algo nunca visto, es el último de los datos económicos anunciados en estos días, junto a sendas caídas de la producción industrial (-2,9%) y el gasto de los hogares (-1,3%), además del retroceso del crecimiento (entre el 0,9% y 1,2%) para este año, que pintan un panorama poco alentador de la situación japonesa. Fuentes oficiales achacaron el alto paro, que anotó la subida más pronunciada desde 1967, a las continuas reorganizaciones que se ven obligadas a hacer la mayoría de las empresas japonesas en un esfuerzo para salir de la peor crisis que vive el país desde finales de los ochenta. El paro masculino es del 5,4% y el femenino del 5,2%. La población activa era en septiembre de 53,44 millones de personas, 530.000 menos que en el ejercicio anterior.

En su trayectoria del desempleo, hasta hace poco Japón mantenía los indicadores en torno al 1% y 2%, hasta convertirse en el país industrializado con la menor tasa de desempleo. Pero hoy las circunstancias son otras y, en medio de su particular y dilatada crisis, los despidos de las empresas han llevado a que Japón tenga un desempleo superior al de EE UU (4,9%) e Inglaterra (3,1%).

El ministro de Salud, Trabajo y Bienestar, Chikara Sakaguchi, fue el primer miembro del Gobierno en calificar el alza del paro como una 'situación de emergencia'. Según dijo, el mercado laboral se ha resentido tras los ataques terroristas en EE UU de septiembre y del primer caso de vacas locas detectado en el país ese mismo mes, que causó el desplome del consumo de carne y el cierre de restaurantes y negocios.

El ministro advirtió de que la tendencia se agudizará aún más en octubre, pues el Gobierno ha apremiado a la banca a que liquide lo antes posible la montaña de créditos impagados que arrastra desde hace más de diez años y que estrangula la concesión de la financiación que necesitan las pequeñas, medianas y grandes empresas para mantener su actividad. Se calcula que la solución de los problemas bancarios provocará una ola de bancarrotas, probablemente la mayor cantidad en el menor tiempo de toda la historia, y que ello aumentará inexorablemente el número de parados.

Sakaguchi anunció mejores condiciones para que las empresas que tengan que eliminar empleo por las estrecheces puedan acceder a ayudas públicas, y pidió a los gobiernos provinciales y ayuntamientos que contraten a parados con el programa estatal, para el que hay previstos 200.000 millones de yenes (unos 1.820 millones de euros). Un nuevo presupuesto especial de 550.000 millones de yenes (unos 5.000 millones de euros) para financiar medidas contra el desempleo será debatido en el Parlamento antes del fin de año fiscal el 31 de marzo.