Unos 200 genes influyen en el comportamiento alimentario

El 'primer problema nutricional' de los países desarrollados es la obesidad, según destacó ayer Andreu Palou, profesor de la Universitat de les Illes Balears, quien destacó ayer la influencia de los factores hereditarios en el exceso de peso. Durante la sesión inaugural del VII Proyecto Genoma Humano, que se celebra en la sede de Valencia de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, Palou apuntó que, según las últimas investigaciones, hasta 200 genes participan en el comportamiento alimentario.

Palou centró su exposición en la línea de investigación que mantiene la universidad balear relativa a la influencia de los genes en el comportamiento alimentario, es decir, cuánta cantidad de alimento ingerimos, qué alimentos preferimos y qué capacidad de absorción de los nutrientes que consumimos tiene nuestro cuerpo. El investigador destacó que en los países europeos, el 16% de la población es obesa, y el 50% padece sobrepeso.

Tras los 'espectaculares' descubrimientos desarrollados en genética a lo largo de los últimos seis años, el profesor de la Universitat de les Illes Balears apuntó que se ha determinado que unos 200 genes intervienen en la alimentación de las personas. Muchos de ellos se encuentran entrelazados y actúan de forma solapada, por lo que son difíciles de determinar. Otros, sin embargo, están más definidos, como la lectina, el gen que centra los estudios del equipo de Palou. La investigación que desarrolla ha localizado la lectina no sólo en el tejido adiposo -desde donde, a través de la sangre, alcanza el cerebro y le comunica el estado de las reservas de grasa- sino también en el estómago. Actualmente, a través de estudios con animales, el equipo del investigador catalán trata de determinar la influencia de la alimentación en la producción de lectina.

Peter Mc Guffin, que también participó en las sesiones celebradas ayer sobre la genética de la conducta, fue más lejos que su colega español. Frente a aspectos como la obesidad, el especialista del Instituto de Psiquiatría del Reino Unido explicó durante su ponencia la influencia de la carga hereditaria en aspectos como la tendencia a la depresión de las personas o incluso el encadenamiento de experiencias vitales negativas. En este sentido, apuntó que la herencia llega a determinar, por ejemplo, una propensión a planificar mal la vida, aunque afirmó que aún no se han determinado los genes concretos que participan en estas tendencias..