Al Qaeda utiliza el comercio de miel como tapadera
Los terroristas esconden armas y drogas en la mercancía
El comercio de miel, un producto arraigado culturalmente y de enorme consumo en Oriente Próximo, se ha convertido en una tapadera perfecta para el contrabando de armas y drogas y el lavado de dinero de la red terrorista de Osama Bin Laden. Según The New York Times, una investigación de la CIA detectó hace varios años que el terrorismo islámico usaba partidas de miel para esconder armas y drogas. Cientos de tiendas repartidas por toda la zona proporcionan una red de distribución y una fuente de financiación.
Según el diario neoyorquino, que cita fuentes de la CIA, la red de comercios de miel ofrece a Osama Bin Laden una trama discreta para mover material y dinero relacionado con sus actividades terroristas. Históricamente, la miel es un producto de consumo masivo en la zona (el Corán le otorga propiedades medicinales y curativas). Los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos demuestran que en muchos países de la zona, como Arabia Saudí, cada familia consume más de un kilogramo de miel al mes como parte de su dieta.
Los servicios de inteligencia norteamericanos han confirmado que Bin Laden se aprovecha del movimiento de cargamentos de miel para esconder en ellos las armas que reparte entre los grupos vinculados a su organización terrorista. En los últimos dos años, los agentes de aduanas de varios países de la zona han interceptado cargamentos de miel, en cuyo interior se habían escondido armas de todo tipo.
Fuentes de la investigación aseguran que el tráfico de miel es tan voluminoso en Oriente Próximo que los cargamentos apenas se inspeccionan cuando cruzan fronteras: 'El olor y la consistencia de la miel permite esconder fácilmente armas y drogas en el interior de los contenedores. Además, los inspectores de aduanas no suelen inspeccionar este producto porque es muy incómodo hacerlo', asegura dicha fuente.
Comercios y empresarios
Además, Osama Bin Laden controla una amplia red de comercios dedicados a la venta de miel. Algunos de sus colaboradores en Al Qaeda poseen también tiendas de venta de miel en varios países. Uno de ellos, Khalil Al Deek, es un empresario palestino-americano que fue detenido en Jordania por supuesta participación en la planificación de atentados contra Estados Unidos en torno a los últimos días de 1999. Fue puesto en libertad por falta de pruebas.
El Gobierno de EE UU publicará en los próximos días una lista de establecimientos y distribuidores de miel con conexión demostrada a la red de Bin Laden. EE UU pedirá nuevamente ayuda a los Gobiernos internacionales para bloquear la financiación y desmantelar este entramado empresarial que, además de servir de tapadera para el transporte de armas, tiene una indudable utilidad a la hora de permitir el lavado de dinero, fundamental para financiar sin dejar rastro a la red terrorista.
Muchos de los comercios se sitúan en Yemen, uno de los principales productores de miel de la región y uno de los lugares en los que Bin Laden cuenta con más seguidores. Existen ramificaciones en Pakistán; también Afganistán es un país respetado en la zona por la calidad de la miel que produce.
Según la CIA, Bin Laden comenzó a usar el comercio con miel como escondite para sus actividades desde que llegó a Sudán entre 1991, país del que fue expulsado hacia Afganistán en 1996. Una de sus principales compañías en ese país, llamada Al Ijlas, se dedicaba a la fabricación y distribución de este producto. Durante las últimas semanas, la CIA trata de desentrañar cuáles son las empresas sospechosas en un comercio tan popular en Oriente Próximo.
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