De la Rúa confirma a Domingo Cavallo como ministro de Economía

El presidente argentino Fernando de la Rúa confirmó ayer por tercera vez en los últimos dos días al ministro de Economía, Domingo Cavallo, y desmintió las versiones que circularon entre los operadores económicos sobre una supuesta devaluación de la moneda, para tratar de disipar los insistentes rumores que han disparado nuevamente el indicador de la tasa de riesgo-país a niveles superiores a los 1.700 puntos, por el que se impone una sobretasa del 17% en los intereses promedios de los créditos, y una caída superior al 10% en la cotización de las acciones líderes durante las tres últimas jornadas de operaciones en la Bolsa de Comercio.

'Acá está, conmigo', dijo el presidente cuando salió de la Casa Rosada junto con el ministro Cavallo para asistir a un acto oficial y se detuvo ante los cronistas acreditados para que le tomaran fotografías sonriendo junto a él. De la Rúa quería ' transmitir la máxima tranquilidad para todos'. Según el jefe del Estado 'se ha dado un mensaje muy claro, el gobierno mantiene una línea muy precisa. Vamos a mantener el déficit cero, acá no hay devaluación así que no hay motivos para estos riesgos o inquietudes'.

Por su parte, en declaraciones a una emisora de radio, el jefe del gabinete de ministros, Chrystian Colombo, dijo a su vez que era 'un verdadero disparate' considerar los rumores sobre la supuesta renuncia del ministro Cavallo. Para Colombo tampoco hay 'ninguna duda' de que este gobierno no va a devaluar la moneda hasta el final de su mandato, en diciembre de 2003.

La ola de rumores que creció la pasada semana llegó a su pico cuando el ministro Cavallo admitió el pasado lunes que la baja en la recaudación de los ingresos del mes de septiembre había llegado a niveles superiores al 14% y eso obligaría a un ajuste adicional de los ya recortados gastos del Estado estimados en 890 millones de dólares para alcanzar la meta de déficit fiscal cero que impone la ley y que fue comprometida con el Fondo Monetario Internacional para obtener una ayuda financiera extraordinaria de ocho mil millones de dólares en total.

La quiebra económica del Estado argentino y la sucesión de 'ajustes sobre el ajuste' que arrastran a su vez a los gobiernos provinciales impide la prestación de los servicios básicos, como la atención médica a los jubilados y la distribución de alimentos. El gobierno está obligado ahora a eliminar nuevas partidas presupuestarias en planes de asistencia social a los millones de desocupados y desamparados que están por debajo de la línea de pobreza o tendrá que rebajar nuevamente el salario de los más de dos millones de empleados públicos y las jubilaciones, a los que ya les ha recortado hace dos meses un 13%.