El vicepresidente descarta aumentar el gasto público contra la crisis

El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, rechazó ayer tajantemente, durante una reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, la posibilidad de aumentar la capacidad de inversión y gasto público del Estado para equilibrar las posibles repercusiones de la crisis. Rato cree que esa medida, que ya tienen programada EE UU y algunos países europeos, no hará falta en España por los buenos resultados de los últimos años.
El vicepresidente segundo y vicesecretario general del PP expuso ayer ésas y otras ideas con recados tranquilizadores, primero, en una reunión interna ante la cúpula de su partido, y luego, en una conferencia de prensa ya en su ministerio. Rato no avanzó ningún dato sobre el balance de las repercusiones económicas en España de esta crisis, pero sí llegó a apuntar incluso que se pasarán menos penurias que en otros países por la buena coyuntura labrada en los últimos años.
El Gobierno no modificará, por tanto, sus previsiones para cuadrar el presupuesto de 2002, que se está negociando políticamente en estos días con otros grupos parlamentarios y que se había marcado como grandes objetivos la estabilidad, el equilibrio, el déficit cero y la entrada del euro.
El secretario ejecutivo de Estudios del PP, Guillermo Gortázar, interrogó a Rato sobre si España se sumaría a la corriente inducida por algunos importantes países, y especialmente EE UU, de inyectar más gasto público para ajustar los posibles efectos negativos de esta crisis. Rato descartó esa opción para España. El vicepresidente recordó en ese momento que España, gracias según su criterio a la política económica aplicada en los últimos ejercicios por el Gobierno del PP, está más saneada y en mejores condiciones de partida para contrarrestar cualquier crisis.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
- Guillermo Gortazar
- Crisis bursátil
- Rodrigo Rato
- Consecuencias económicas
- VII Legislatura España
- Ministerio de Economía, Comercio y Empresa
- Declaraciones prensa
- Estados Unidos
- Política económica
- 11-S
- PP
- Legislaturas políticas
- Ministerios
- Atentados terroristas
- Bolsa
- Gente
- Gobierno
- Partidos políticos
- Mercados financieros
- Administración Estado
- Administración pública
- Economía
- Política
- Terrorismo
- Finanzas
- Sociedad
Últimas noticias
Los grandes perdedores del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
¿Qué está pasando en Nigeria? Claves del ataque estadounidense contra el Estado Islámico
Zelenski y Trump volverán a hablar para alcanzar un acuerdo sobre el futuro de Ucrania
El Gobierno acelera la reforma de la financiación para salvar la legislatura (y apaciguar a los socios)
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos




























































