Francia bloquea la venta de leche española por un pacto con los distribuidores

Industriales españoles y las cooperativas de producción no pueden comercializar leche española en Francia como consecuencia de los acuerdos existentes en ese país entre la gran distribución y la interprofesional láctea contra la entrada de ese producto. Tanto las empresas españolas como los ganaderos han presentado denuncias de esta situación ante la Embajada francesa en España y en el Ministerio de Agricultura en Madrid como paso previo a la presentación de una denuncia en Bruselas.

El Ministerio de Agricultura ha reclamado al sector más información sobre este problema para presentar una denuncia formal ante las autoridades de París.

El sector de la leche de vaca en el momento del ingreso de España en la UE era uno de los que veían menor futuro ante el bajo rendimiento de las explotaciones y sus altos costes de producción. Sin embargo, en los últimos años, el sector ha llevado a cabo un fuerte proceso de reordenación que ha supuesto la existencia de explotaciones competitivas con el resto de los países comunitarios. Ello ha permitido en los últimos meses que algunas cooperativas de ganaderos hayan llevado a cabo exportaciones de leche a otros Estados comunitarios, como Francia, Italia e incluso Grecia, y que los industriales españoles hayan podido colocar sus briks en las tiendas de otros países.

Frente a esta ofensiva exportadora de los ganaderos y los industriales españoles, al igual que en los años precedentes hicieran contra las frutas y hortalizas, se ha producido una respuesta en Francia. Según los datos manejados por las organizaciones agrarias Asaja, UPA y COAG y por la Federación de Productores Lácteos (Feplac), se ha producido un acuerdo entre los industriales franceses, los ganaderos y la distribución para bloquear la comercialización de leche española en ese país. El sector denuncia que el grupo de distribución Carrefour puso en marcha un acuerdo con una industria española para la venta de leche envasada en ese país. Nada más conocerse ese compromiso, el grupo de distribución recibió presiones desde la propia Administración francesa para suspender el compromiso y no comercializar la leche española bajo las presiones y amenazas de los industriales y los ganaderos galos.