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África exige a Europa y Estados Unidos que pidan perdón por los siglos de esclavitud

Una plataforma de 40 ONG africanas solicita compensaciones económicas por el pasado colonial

El debate sobre la esclavitud amenaza con hacer fracasar la cumbre de Durban una semana antes de que comience. Mientras África exige la consideración de la esclavitud como crimen contra la humanidad, sus vecinos europeos, liderados por el Reino Unido, no aceptan la acusación y prefieren incluir en el texto de la cumbre la palabra 'tragedia' para referirse a su pasado colonial. 'Inglaterra alega que el tráfico de esclavos fue legal en su tiempo y que por tanto no puede ser un crimen. Esta tesis también la apoyan otros países esclavistas como España o Portugal. Los países escandinavos, sin embargo, están con nosotros', declaró esta semana Sipho Pityana, el ministro de Exteriores surafricano.

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Los europeos no se oponen a considerar la esclavitud un crimen contra la humanidad, pero siempre y cuando se refiera a hechos presentes, como el tráfico de personas en Sudán. Estados Unidos, cuya asistencia a la cumbre está condicionada a la no consideración del sionismo como forma de racismo, también se opone a considerar la esclavitud como crimen contra la humanidad y alega que, según el derecho internacional, no se pueden aplicar sanciones retroactivas y pide además que se tenga en cuenta en la conferencia no sólo el comercio de esclavos transatlántico, sino también la compra de esclavos africanos por parte de los países árabes.

La plataforma de 40 ONG africanas de defensa de los derechos humanos, que celebran a partir de mañana una cumbre paralela a la organizada por las Naciones Unidas en Durban, van más allá y, además de exigir el perdón de las naciones esclavistas, piden una compensación económica por cuatro siglos de exclavitud. 'La trata de negros y el colonialismo es lo que ha permitido el desarrollo de Occidente. Es sin duda la base del capitalismo. Ahora tienen que pagarnos por toda esa mano de obra gratuita', declaró Alioune Tine, secretario ejecutivo de la Coordinadora de ONG para la Conferencia contra el Racismo. Tine añade, sin embargo, que 'el tema financiero es de menor importancia que el reconocimiento de un crimen que es imprescriptible', lo que considera fundamental 'para restituir la dignidad de aquellas personas que fueron tratadas peor que animales'.

La petición de una compensación económica les ha costado a las ONG el enfrentamiento con el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, quien afirma que una compensación 'es absurda e insultante para el pueblo africano'. Según Wade, lo importante es que se declare que la esclavitud es un crimen contra la humanidad, tal como reconocieron recientemente los legisladores franceses.

El Gobierno surafricano, por su parte, ha decidido cambiar la demanda de compensaciones por un apoyo a la Nueva Iniciativa Africana, (NIA), un programa adoptado hace un mes en Lusaka (Zambia) para dar nuevos bríos a las golpeadas economías africanas, principalmente a través de acuerdos multilaterales entre Gobiernos africanos con Gobiernos de Occidente. Según el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores surafricano, Ronnie Mamoepa, la ecuación del NIA con las reparaciones por esclavitud y colonialismo debería satisfacer a la diáspora africana, porque 'se trata de un beneficio para todos los africanos'.

La postura surafricana ha sido duramente criticada por la diáspora africana, que en una declaración emitida en Ginebra, donde se desarrollaron la mayoría de las negociaciones preparatorias de la Conferencia de Durban, afirma que el actual borrador de la cumbre 'es una serie de concesiones dolorosas con el objetivo de obtener un consenso' con los antiguos poderes coloniales. Suráfrica alega en su defensa que, como país ex colonizador y como sede de la Conferencia, tienen que buscar el consenso en vez de perseguir una política determinada sobre la cuestión.

El asunto no pudo ser resuelto en las numerosas reuniones previas a la Conferencia, a pesar de que Brasil, el país que tiene la diáspora más grande fuera de África, con 170 millones de descendientes de africanos, realiza gestiones hasta último minuto, pendientes a lograr un acuerdo sobre el tema. Pero, ese es un desenlace poco probable y seguramente los debates continuarán hasta la clausura de la Conferencia.

Un grupo de esclavos, entre los que se encuentran varios menores, trabaja en los alrededores de la ciudad de Bonofla, en Costa de Marfil.
Un grupo de esclavos, entre los que se encuentran varios menores, trabaja en los alrededores de la ciudad de Bonofla, en Costa de Marfil.S. JOSEPH

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